Incógnita resulta. El Concello ha decidido ya los dos arenales en los que permitirá que en verano los perros puedan pasear en libertad y sueltos, en compañía de sus dueños. Las playas seleccionadas son Foz y A Calzoa, dos espacios colindantes, divididos por unas rocas y situados justo en el margen izquierdo de la desembocadura del Lagares. Juntos alcanzan una longitud de 475 metros. La primera, con 300 m de largo por 35 de ancho se ubica entre Navia y Coruxo. La segunda, A Calzoa, es algo menor: su longitud es de 175 metros y tiene un ancho de 35. En ambos casos se puede acceder a los arenales a través de la carretera principal que va desde Coruxo a Canido o de las líneas L10 y L11 de Vitrasa. Disponen de rampa, escaleras y senderos, además de duchas, fuente y espacio para aparcar. El Concello no descarta además habilitar un tercer ámbito para el disfrute de los canes.
Según el calendario que maneja el Gobierno local, ambos arenales se habilitarán a principios de septiembre. La ordenanza actual prohibe que los animales puedan "circular o permanecer" en las playas de la ciudad durante el "período estival", que abarca en total tres meses, del 1 de junio al 30 de septiembre. Para cambiar esa norma fue necesario que el pleno municipal aceptase modificar la ordenanza, algo que ocurrió el 26 de julio. Poco después, el 11 de agosto, el Boletín Oficial de Pontevedra, se hacía eco de ese trámite y abría el plazo de 15 días para su entrada en vigor. Desde el Concello apuntan que, una vez cumplido ese período, solo quedará celebrar una Junta de Gobierno para designar los arenales. La norma actual considera "falta leve" llevar suelto un perro por las playas en verano, lo que puede acarrear sanciones comprendidas entre los 100 y 500 euros.
La modificación de la ordenanza señala que aquellos perros considerados "potencialmente peligrosos" por su potente musculatura, la fuerza de su mandíbula o su agresividad son una excepción a ese cambio de norma. Como recuerda, la ley obliga a que estas especies estén siempre sujetas con correa y bozal en espacios públicos.
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Disponer de arenales para poder pasear los perros y dejarlos en libertad durante los meses de más calor es una vieja reclamación de las familias con canes de Vigo. A finales de julio el alcalde, Abel Caballero, explicó que el Concello estaba trabajando ya para habilitar los primeros espacios e incluso deslizó que en 2018 podría haber hasta cuatro ubicaciones distintas. A principios del verano ya había avanzado además que estaba valorando un arenal céntrico y que no fuese utilizada por muchos bañistas. El año pasado se había apuntado a Toralla y Canto da Area como dos opciones.
La demanda de un arenal para el disfrute con animales ha tenido su lugar también en el debate político. A mediados de agosto el PP criticaba que Vigo no dispusiese todavía de ese servicio, a pesar de lo avanzado del verano y de que hacía casi un mes que el pleno municipal había dado luz verde a los cambios en la ordenanza. "Hay una demanda muy grande en la ciudad para mejorar una ordenanza obsoleta y que no era garantista desde el punto de vista de la salubridad de los animales", anotaban.
El Gobierno local a su vez culpó al PP de que los tiempos de tramitación se dilatasen más de los previsto en un inicio. "El PP hizo alegaciones y retrasó 15 días los tiempos. Ya podría estar habilitada la playa de forma inmediata si no fuera por su bloqueo", lamentaba Caballero a finales de julio, antes de reiterar que el Concello estaba valorando un "arenal con poca presencia de bañistas". Durante la última disputa entre ambas formaciones por este tema -hace dos semanas-, el Gobierno local insistía de nuevo en que el grupo popular había "obstruido" el proceso "usando los plazos de las enmiendas".
