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Tu música te sigue por casa... y a la playa

El ingeniero Xabi Crespo trabaja desde Vigo con una empresa holandesa que diseña un novedoso sistema de sonido doméstico de alta calidad con altavoces portátiles inalámbricos

El ingeniero Xabi Crespo, en las oficinas de Espacio Nido, en el Casco Vello Alto.

Tu música favorita puede seguirte desde el salón a la habitación o acompañarte hasta la playa para que la disfrutes con la mayor calidad posible allí dónde estés. La empresa holandesa Kien lanzará antes de final de año un sistema doméstico de sonido que, gracias a su gran flexibilidad, permitirá a los usuarios construir experiencias de sonido hasta ahora inaccesibles. Y uno de los responsables de este innovador producto trabaja desde Vigo. Xabi Crespo, consultor tecnológico de 26 años y natural de A Guarda, forma parte del equipo de Kien, cuyo cuartel general se encuentra en la ciudad de Rotterdam.

La empresa fue creada hace un par de años por alumnos de la Universidad de Delft, uno de los campus tecnológicos más importantes de Europa, y, gracias al crowfunding ha logrado recaudar casi 170.000 euros para desarrollar el sistema y fabricar los primeros dispositivos. Crespo confía en que su comercialización arranque antes de final de año.

"La mayor ventaja de Kien es que le da mucha flexibilidad al usuario. Solo tiene que estar conectado el altavoz de los graves, pero el resto son totalmente portátiles. Tienen bluetooth y wi-fi y puedes llevártelos a otra habitación después de ver una película en el salón o a la playa para que se conecten entre ellos y conformen un sistema sin cables", describe Crespo.

El dispositivo se conecta con plataformas como Spotify, Google Play Music o YouTube. Y otra de sus características más destacadas es que detecta los movimientos de forma automática: "Si sales de una habitación esos altavoces se detienen y se activan los que están en tu siguiente ubicación. Y solo es necesario descargarte una aplicación. La idea es que el usuario se desentienda de todo y solo tenga que centrarse en disfrutar de la música".

Crespo, formado en Ingeniería de Telecomunicación en el campus vigués, trabaja en estos momentos en la programación del sistema que controla, desde el altavoz de graves, al resto de dispositivos inalámbricos. "Me ocupo de las conexiones entre todos los altavoces y también con el teléfono móvil de los usuarios", explica.

El sistema que promete decirle adiós a los cables, los problemas de configuración y al sonido de mala calidad también permite a sus clientes elegir el número de altavoces satélite que quiere comprar. Y el atractivo diseño de los dispositivos es otro de sus puntos a favor.

Crespo es un experto en el desarrollo de sistemas embebidos -"Me gusta hacerle la vida más fácil al usuario y esto se logra con la conectividad"- y antes de comenzar a trabajar en Vigo lo hizo en Madrid para una start-up española que desarrolla relojes inteligentes, MainTool, pero de aspecto clásico. "Es un proyecto muy interesante y supone un gran reto a hora de la fabricación pues tuvimos que trabajar con los artesanos para decidir cómo integrar una placa electrónica en la pulsera de cuero", señala.

El joven ingeniero, que también toca la gaita, aboga por introducir las nuevas tecnologías en estos procesos tradicionales. "Si se mejoran es necesario modernizarlos. Ya hay artesanos como Patricia Cela que están pensando cómo aprovechar las impresoras 3D. La música es mi mayor afición y algún proyecto relacionado con ella haré seguro", confía.

En el currículo de Xabi Crespo también figuran los proyectos de dos de los satélites desarrollados por la Universidad de Vigo, el HumSat y el FemtoXat. "Aprendí muchísimo a nivel técnico y también personal. Y son trabajos que llaman mucho la atención al público", reconoce.

El ingeniero se mantiene en contacto con sus antiguos compañeros y con otros grupos del campus, de hecho, se está gestando un posible proyecto sobre drones en el que él colaboraría.

Crespo está satisfecho de haber regresado de Madrid para establecerse por su cuenta: "Hay que intentarlo. Los comienzos son duros, pero merece la pena porque puedes implicarte en el tipo de proyectos que te gustan. Aunque no es una opción para todo el mundo porque vives en un estado continuado de incertidumbre. No estás contratado ni tienes seguridad laboral a largo plazo y debes estar continuamente pendiente de ir consiguiendo trabajos y financiación".

Desde que regresó a Vigo ha formado parte del coworking Espacio Nido. "Es una buena opción. Me gusta el ambiente y siempre pueden salir de ahí otras oportunidades. Tener a tu lado a gente que también es autónoma y tiene más experiencia siempre te ayuda y te guía. Yo tengo muchos cacharros encima de la mesa que hacen ruido pero los compañeros lo toleran", bromea.

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