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Las mujeres llevan las riendas de la sanidad pública: son ya cuatro de cada cinco profesionales

Representan el 80% de los 4.411 trabajadores del Chuvi y el 78% de los 6.036 de todo el área -Ocupan dos tercios de los puestos directivos

La presencia de la mujer es mayoritaria en las aulas de las titulaciones de ciencias de la salud. Según los datos del último curso publicados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, representan el 71% en las impartidas por universidades españolas y, en particular, en las gallegas hasta tres puntos más. El dominio femenino en la plantilla de la sanidad pública viguesa es todavía más aplastante: son ya cuatro de cada cinco.

Según los datos de la Estructura Organizativa de Xestión Integrada (EOXI) de Vigo, de los 6.036 empleados del Sergas en todo el área sanitaria, el 78,26% son féminas. El porcentaje es mayor en los tres hospitales públicos que conforman el Chuvi y donde escalan dos puntos más -80,23%-.

Aunque sin datos objetivos concretos sobre los que soportar esta afirmación, es percibido por todos cómo la presencia de la mujer en este sector se ha disparado en las dos últimas décadas. Tradicionalmente, siempre había sido hegemónica en Enfermería -donde hoy los hombres se abren hueco-, pero al eliminarse las obstáculos para las féminas en el acceso a la universidad, ellas también se han ido imponiendo poco a poco en otras categorías, como la de Medicina.

Medio broma, medio en serio, la enfermera supervisora de la central de esterilización del Chuvi, Lidia Monrroy, pone una anécdota como ejemplo de esta evolución: "Cuando empecé a trabajar, en el 96, casi todas mis compañeras estaban casadas con médicos; ahora ya no pillamos un marido doctor, hay pocos". En la central de esterilización que da servicio a todo el área sanitaria, las 33 auxiliares a su cargo son mujeres y solo cuentan con tres hombres: un enfermero, un celador y un administrativo. Monrroy percibe como "brutal" el predominio femenino en el Chuvi y cuenta que incluso en categorías como la de celador, donde interviene más la fuerza física, cada vez ellas son más.

¿Y a qué se debe que esta presencia mayoritaria en las profesiones sanitarias? Algunas de las teorías de los profesionales consultados giran entorno a una misma idea: la tradicional vocación de las mujeres por el cuidado del prójimo. "Las profesiones que tienen que ver con el cuidado de las personas, tradicionalmente, se desempeñaban más por mujeres, por el papel que teníamos en la sociedad y que cada vez tenemos menos", analiza la radióloga Rosa Mallo, jefa de la Unidad de mama del Chuvi, en la que la "inmensa mayoría" son trabajadoras - solo hay un varón técnico de radiología y tres de los cinco cirujanos, frente a la totalidad de radiólogas y enfermeras-.

"Tenemos innato lo de proteger, lo llevamos en los genes", sostiene la jefa del Servicio de Farmacia del Chuvi, Guadalupe Piñeiro, como una posible explicación de por qué son las féminas las que se sienten más atraídas por estas titulaciones. Luego, opina que la "mayor constancia" en el estudio les permite obtener mejores resultados en las oposiciones.

El jefe de Neumología, Alberto Fernández Villar, también alude a las capacidades de estudio para buscar una explicación de por qué hay más alumnas en las aulas de ciencias de la salud: "Está demostrado con estudios que las mujeres en los exámenes siempre están un punto por encima y las carreras sanitarias, por lo menos Medicina y Enfermería, son de entrada selectivas, hay que tener muy buena nota para poder entrar".

En su servicio, de las 25 enfermeras solo hay 2 o 3 hombres y en cuando a facultativos, "antes había un predominio" de los varones y ahora ya son "casi mitad y mitad". "Dentro de diez años seremos solo uno o dos hombres entre los catorce neumólogos", vaticina el doctor Fernández Villar. Cuenta que a especialidades tradicionalmente masculinas, como Traumatología o Urología, ya van accediendo doctoras. Le parece la "evolución normal". "La situación se va invirtiendo: en Medicina aumenta el número de mujeres y en Enfermería, el de hombres", expone. "Hoy en día, es una cuestión de personas y no de sexos, no hay diferencia en la capacidad y más en el ámbito sanitario, donde hay poco trabajo físico, la mayoría es intelectual", añade.

Faustino Portela, enfermero del centro de salud de Raxó y miembro de la junta directiva del Colegio Oficial de Enfermería de Pontevedra (COEP), explica que la presencia masculina en esta profesión es cada vez mayor desde que, en 1978, denunciaron la "discriminación" de los varones y un juzgado les dio la razón e igualó sus derechos y retribuciones. "En la dictadura se primaba a la mujer", recuerda.

El mando

Cuando hablamos de predominio de las mujeres en la sanidad pública viguesa nos referimos más a la cantidad que al mando. En los 25 puestos del organigrama de Dirección -cargos por designación directa- no hay paridad. Las mujeres son mayoría. En concreto ocupan casi dos tercios de ellos -el 64% hasta el 1 de diciembre; 60% luego-, aunque aún distante del 78% del peso que tienen en toda la plantilla de la EOXI y sin haber alcanzado nunca la cúspide, la Gerencia.

Es en los mandos intermedios de Medicina -la mayoría, obtenidos por concurso- en los que se observar un mayor desequilibrio. En las 44 jefaturas de servicio, solo diez las ocupan mujeres -un 23%-.

El atraso en las jefaturas de servicio

  • De las 44 jefaturas de servicio del Chuvi, solo hay diez ocupadas por mujeres. Un 23% frente al 80% de presencia en la plantilla. Ademas, resulta llamativo que, en unos cargos que se logran por concurso -y, por tanto, con mayores garantías de que el designado es el que más méritos reúne-, el peso de las mujeres sea inferior al que tienen en la Dirección del área -del 60%-, que funciona con designación directa. ¿A qué se debe? Principalmente, a dos cuestiones. Muchos de estos nombramientos se hicieron hace tiempo y el cargo se suele mantener hasta la jubilación. "Muchas jefaturas son antiguas y son reflejo de la sociedad de entonces", analiza el jefe de Radiodiagnóstico, Xan Manuel Vieito Fuentes. "Se llega al cargo con una media de 50 años y las mujeres se han unido más tarde a la medicina", abunda su homólogo de Neumología, Alberto Fernández Villa. La segunda causa son "los roles que por desgracia, aún asume la mujer en la estructura familiar", tal y como expone el doctor Fernández, aunque considera que es algo que está empezando a invertirse. La jefa de la Unidad de mama, Rosa Mallo, profundiza en esta cuestión. Señala que "hay muchas mujeres que, ademas de su trabajo, se tienen que ocupar del hogar y la educación de sus hijos y ni se plantean" optar a una jefatura. Entiende que es un "handicap" este "trabajo extra que muchas veces aún no se comparte por igual" enla pareja. "Así, es francamente difícil ser buena en la profesión, ser buena madre y llevar la organización de un servicio", lamenta. El parón que la maternidad provoca en la obtención de méritos en una carrera proesional también tiene mucho que ver. "El tema de los embarazos no lo tenemos bien digerido, hay algo que todavía está atrasado", indica el cirujano Mauricio Iribarren. De todos modos, es positivo: "Es algo que se tiene que ir invirtiendo con el tiempo, es una evolución histórica. Puede ir algo más lento por cuestiones políticas o sociales, pero cambiará". Coinciden en que ya se percibe algo. "Progresivamente hay más mujeres en las jefaturas", destaca la radióloga Mallo. De las tres resueltas este año, dos las han ganado mujeres: Sonia Patricia Fernández en Neurofisiología y Carmen Albo López en Hematología. La cuarta, previsiblemente, también será para una mujer, Eva María García Fontán, al ser la única candidata en Cirugía Torácica. Además, Isabel Otero acaba de asumir la de Cirugía General, tras la jubilación de Enrique Casal.

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