Era el verano de 1927 cuando Vigo se encontraba en plena expansión. Grandes proyectos urbanísticos se presentaban como una gran revolución para la ciudad. El Decano publicó un reportaje sobre lo que sería el nuevo estadio de Balaídos, la sede futbolística que acogería los partidos del Celta. El proyecto, firmado por Jenaro de la Fuente, era ambicioso y se había iniciado tres años antes. Pero hasta ese momento no se había visto de forma pública la maqueta del recinto. Hubo reacciones muy positivas y comenzó una nueva ilusión. Sin embargo, con el paso del tiempo se descartó la obra. Sufrió sucesivas modificaciones hasta que el proyecto inicial fue variado de forma notable. Balaídos se convirtió también en un centro de referencia.
Un centro deportivo modélico, donde además del fútbol también tendrían acogida otras modalidades deportivas. Se querían construir siete pistas de tenis y una pista de atletismo. El stadium vigués, como se llamaba en aquella época, era "impresionante", según los que admiraron la maqueta. Destacaba también por la comodidad que ofrecía a los espectadores.
Construido en su ubicación actual, el Decano informaba de la gran cantidad de obreros que trabajaban en las obras. Faltaba bastante tiempo para la inauguración oficial. En 1927 se seguía con especial interés lo que sería una de las referencias más importantes de la ciudad. Según los cálculos, restarían doce meses para que estuviera terminada.
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Pero fallaron. La falta de financiación obligó a numerosos recortes. Las maquetas, que mostraban un escenario considerado por algunos como "el stadium más impresionante de España", fueron relegadas al olvido. El alcalde y los dirigentes del Celta no pudieron evitar los recortes.
Balaídos sustituiría al viejo campo de Coia, que se había quedado pequeños y muy deteriorado con el paso del tiempo. Además, en ese lugar se habían registrado algunos accidentes graves. Ese lugar estaba destinado también a acoger las cocheras de los tranvías. Así estaba diseñado en todo el plan que había para la ciudad en el año especial de 1927.
Además de multitud de obras, también se solicitaban ya grandes eventos, como una Feria Mundial de la Pesca. Balaídos era un referente. Para poder desarrollar el proyecto de construcción se creó una empresa que estaba dirigido por Joaquín Fontán. El presupuesto, según las cifras que figuran en varios documentos, ascendía a un millón de pesetas. El recinto deportivo, como así se denominaba, ocuparía 30.000 metros cuadrados. La empresa y el Celta firmaron una acuerdo de cesión de las instalaciones. El club pagaría el quince por ciento de lo que recaudara en sus taquillas por partidos oficiales y amistosos.
El estadio no fue inaugurado hasta el 30 de diciembre de 1928. Sufrió numerosos retrasos en las obras. Algunos de ellos fueron llamativos. Una huelga en el sector de la construcción y también la faltade meterial fueron algunos de ellos. A esto se unió los inconvenientes al principio, cuando los propietarios de los terrenos se negaban a u venta o cesión.
El primer encuentro lo disputaron el Celta y el Unión de Irún, con la victoria viguesa por 7-0. Graciliano. fue el jugador que anotó el primer gol. Fue ampliamente celebrado. El encuentro quedó en los libros de historia por los numerosos actos que se celebraron.. También por la notable expectación que despertó, no solo en Vigo sino en toda Galicia. Las entradas constaban entre tres y cinco pesetas y como es lógico la asistencia de espectadores fue masiva.
Se iniciaba de esta forma la larga trayectoria de un escenario emblemático. Balaídos ha sufrido numerosas reformas. El proyecto inicial, con un diseño de la época de 1927, nunca se ejecutó. Tampoco se construyeron las pistas de tenis. Quedó el atletismo. El campo acogió encuentros históricos y también de la selección española. Nunca perdió en Vigo, tanto en partidos oficiales como amistosos.
Pero Balaídos también ha sido el recinto donde los vigueses vivieron otro tipo de noches mágicas. Los conciertos de Dire Straits, Madonna, Rolling Stones, Miguel Ríos o Alejandro Sanz registraron llenos históricos. Lo que comenzó en 1924 se ha transformado en un elemento único en la ciudad y con una gran historia por contar.
Uno de los referentes históricos de Vigo se encuentra en la actualidad en otro proceso de transformación integral. Ya no queda nada del recinto que se proyectó y generó una enorme ilusión en la sociedad vagueas. Pero Baladíes mantiene viva la filosofía con la que en 1924 comenzó a desarrollarse la idea inicial.
