Apenas cinco semanas después del inicio de la Guerra Civil española, el cementerio de Pereiró fue el escenario del fusilamiento de los alcaldes de Vigo y Lavadores y otros seis diputados, concejales y políticos vigueses. Fue en la madrugada del 27 de agosto de 1936.

La efeméride cumple 81 años y desde hace tres el Concello organiza en el lugar donde ocurrió aquella tragedia, ahora llamado Xardín da Memoria Histórica, un homenaje al que acudieron un centenar de personas entre las que se encontraban familiares y descendiendes de las víctimas.

Antes de la tradicional ofrenda floral, Abel Caballero quiso recordar la figura del alcalde de Vigo, Emilio Martínez Garrido, y su homólogo de Lavadores, José Antela Conde, "fusilados por las hordas franquistas por cometer el delito de ser demócratas". Ante concejales del equipo de gobierno y de Marea de Vigo, parlamentarios y diputados socialistas, autoridades y representantes de colectivos sociales, el regidor extendió el recuerdo también a los políticos vigueses fusilados esa noche como los diputados Antonio Bilbatúa, Heraclio Botana e Ignacio Seoane, el presidente de la Casa do Pobo, militante socialista y de UGT, Apolinar Torres; el concejal socialista y médico Ubaldo Gil Santóstegui y el funcionario de la Casa do Pobo y militante socialista y de la UGT Ramón González Brunet. También se incluyó en el homenaje a Enrique Blein Budiño, asesinado unos meses después, el 10 de diciembre. Fue el primer alcalde de Vigo de la II República y miembro del Partido Republicano Vigués Partido Radical de Lerroux.

"Hoy queremos alzar nuestras voces y sentimientos de recuerdo de estos ciudadanos que querían una transformación de la enseñanza e hicieron frente a las hordas franquistas", dijo Caballero, al que acompañaban familiares de Martínez Garrido y Bilbatúa.

Ausencias destacadas

Aunque el alcalde no hizo referencia expresa a las ausencias de los concejales del grupo popular, el delegado de la Xunta y la delegada del Estado de Zona Franca, invitados al acto, sí se refirió en varias ocasiones a que el de ayer fue un acto "institucional" diferente al que anualmente también realiza al frente del PSOE vigués en el mismo lugar. "Vigo es muy distinto 81 años después pero esta ciudad no se olvida de los fusilamientos y l aopersión y el intento de marginación para sus familias, sigue presente en nuestra memoria con nuestro respeto y en la forma de hacer política", concluyó.