Al contrario de lo expuesto por Abel Caballero, el grupo municipal popular consideró ayer que el nuevo contrato de recogida de basura es "un mal negocio" para la ciudad y que "tan solo beneficia a la concesionaria".

En rueda de prensa, el concejal popular Miguel Fidalgo indicó que el pliego incluye un incremento del coste del 11 por ciento con respecto al de este año, en el que fue de 32 millones de euros, para pasar a costar 36 millones anuales pero "sin aportar ninguna mejora".

"Es un escándalo", dijo el edil, que consideró negativo que además de no exigir mejoras tampoco éstas sean evaluadas en el proceso de licitación en el caso de que alguna candidata las presente. Además, añadió, "obliga a utilizar las mismas instalaciones, contenedores y vehículos" y los nuevos que se adquieran no tendrán que ser cedidos al Concello al finalizar el contrato, algo que sí ocurre con el actual, en el que la concesionaria tendrá que aportar las instalaciones de la carretera Camposancos y Freixo al igual que el centenar de vehículos con los que cuenta.