La Xunta reacciona ahora para intentar erradicar la sobreventa de billetes a Cíes. Ante la reincidencia de las navieras vendiendo más billetes de los 2.200 diarios que marca el cupo ha decidido instaurar un control presencial y permanente a pie del muelle de Rodas. Desde ayer y hasta el 15 de septiembre, guardas del Parque Nacional gestionado por el gobierno autonómico harán un recuento y chequeo de los tiques de cada uno de los pasajeros de todos los barcos con autorización para explotar la conexión marítima con el archipiélago vigués. Con esta vigilancia especial, hasta la fecha efectuada solo puntualmente, la Consellería de Medio Ambiente busca disuadir a las compañías operadoras del intento de comercializar pasajes por encima de ese máximo permitido, una trampa que al final acaba perjudicando al visitante, como les ocurrió el domingo a los miles que se quedaron sin poder desembarcar en la isla con el consiguiente impacto a la imagen de uno de los principales iconos turísticos de Galicia.

Con este control billete a billete en Cíes, la consellería de Beatriz Mato demuestra su ya nula confianza en que las operadoras acaten la normativa. El bochornoso episodio del domingo fue la gota que colmó la paciencia. Pese a las advertencias lanzadas ya el sábado para que desistiesen de vender más pasajes al agotarse el límite para el día siguiente, las armadoras continuaron haciéndolo y al final la Xunta cumplió su amenaza de impedir el atraque en Cíes de al menos tres barcos cargados con pasajeros provocando, primero, su amotinamiento a bordo, y posteriormente un problema de orden público en la Estación de Ría de Vigo por la indignación de los afectados. Pero antes de estos lamentables hechos, Medio Ambiente disponía de pruebas más que suficientes para dudar de la actitud cumplidora de las navieras, como los 4.000 billetes de más vendidos los días 3 y 5 de agosto que motivaron la apertura de un expediente sancionador a cuatro de ellas que podrían desembocar en sanciones de hasta 200.000 euros o incluso la expulsión del servicio. Sin embargo, la reacción de la consellería reforzando la vigilancia se produce ahora, cuando el coladero de Cíes saltó a los medios de comunicación nacionales.

El control de los tiques en el muelle de Rodas será diario. Además de hacer un recuento del pasaje que llega en los barcos, el personal del Parque Nacional revisará uno por uno los tiques para comprobar que portan el "QR", el código que indica la pertenencia al pasajero y la legalidad de su expedición. En caso de detectar alguna falsificación, el poseedor del billete ya no pisará la isla pero antes de regresar en el mismo buque al puerto de origen será informado en el muelle de Cíes de sus derechos como consumidor. Desde la posibilidad de reclamar la devolución del dinero hasta presentar denuncia contra la empresa que le vendió el pasaje fraudulento.

En principio serán dos los guardas encargados de esta misión de cotejo de billetes, lo que teniendo en cuenta la reducida plantilla desplegada en la isla, podría provocar una merma en el desarrollo de las actividades que tienen asignadas, como la vigilancia del perímetro costero frente al furtivismo, de la fauna y la flora, así como el guiado e información al turista. Por lo general, en Cíes trabajan poco más de una decena de funcionarios, a los que hay que sumar un número equivalente de operarios de la empresa Tragsa. Precisamente por el ajustado número de guardas, hasta ahora los controles al aforo de los barcos se habían llevado a cabo de forma puntual y aleatoria.

Denuncias

"Hubo total normalidad", destacó la conselleira Beatriz Mato a la hora de valorar la jornada de ayer, en la que los guardas estuvieron apoyados en el muelle por voluntarios y agentes de la Policía Nacional. Aunque las secuelas de la sobreventa de tiques a Cíes descubierta el domingo y el lunes continúa ahora en otras instancias. Desde la comisaría viguesa confirmaron que hasta este martes se habían formulado tres denuncias, una de ellas con tres perjudicados de una misma familia, contra la naviera Mar de Ons por los hechos ocurridos el domingo. Hay una cuarta denuncia presentada,en este caso, de la empleada de esta misma armadora por la supuesta agresión de un viajero que se quedó, como varios miles, sin poder disfrutar de Cíes el pasado domingo.

Y de la Policía a las instituciones que velan por los derechos del consumir. Según fuentes de la Consellería de Economía, Emprego e Industria citadas por Europa Press, el Instituto Galego de Consumo e Competencia tramita más de 30 reclamaciones presentadas por quienes acabaron atrapados por la sobreventa de billetes a la isla detectadas en los últimos días.