Nueva jornada de caos en la Estación de Ría. Si el domingo más de 2.000 personas se quedaron sin poder viajar a Cíes por culpa de la sobreventa de billetes a cargo de las navieras que se encargan del transporte a las islas, ayer la situación no era mucho mejor. Decenas de afectados se volvieron a quedar en tierra y por momentos se vivieron momentos de tensión en la terminal. Algunos de los pasajeros que no pudieron embarcan elevaron el tono e intimidaron a las trabajadoras de una de las compañías, que solicitaron la presencia policial en el recinto.

Los presentes, en su mayoría turistas, no entendían por qué no podrían partir desde el puerto vigués. "Yo tengo billete. Lo compré hace tres semanas y ahora me dicen que el viaje está suspendido. Nos estaban estafando y lo sabían. Es una absoluta vergüenza", apuntaba José Antonio Gutiérrez, que mañana regresa a Madrid tras pasar unos días en las Rías Baixas con su familia. "Vinimos a Galicia de vacaciones para poder visitar las Islas Cíes, algo que al final nos han negado", criticaba junto al mostrador de una de las navieras.

A las 10.15 horas, cuando zarpó el segundo barco del día de la compañía Mar de Ons, los muelles se quedaron desiertos. Las empresas informaban que solo saldrían buques con campistas. La indignación entre los afectados fue en aumento. "Nos acabamos de enterar aquí. Teníamos el día planificado y ahora nos dicen que nos vayamos a Ons porque ya no entra más gente en Cíes. Es indignante", comentaban Elena y Diego, también madrileños.

Familia Gutiérrez Soria - Madrid

"Vinimos a Galicia de vacaciones para poder visitar las Cíes"

Jone y Unai - Bilbao

"Respiramos cuando nos dijeron que los campistas podíamos ir"

Otra de las decisiones que molestó a los visitantes fue la elección "a dedo" de un pequeño grupo que finalmente sí pudo subirse a una embarcación que partió de Vigo a las 12.15 horas y que inicialmente estaba reservada para los usuarios del camping. "A mí me dijeron que no había hueco para Cíes y veo que en la cola para ese barco hay gente que va y viene en el día. Las navieras se pitorrean de sus clientes", criticaba Javier, que había aceptado a regañadientes la opción de visitar Ons. "Si no vamos nos quedamos tirados aquí", añadía.

Con el paso de los minutos el enfado inicial se transformó en profunda decepción. Gran parte de los presentes en la Estación de Ría habían planificado sus vacaciones en Galicia para conocer los encantos del emblema de Illas Atlánticas. "Nos venden que va a ser Patrimonio de la Humanidad pero la imagen que transmiten es bochornosa. Yo no sé quien tiene la culpa de este esperpento, pero los que lo estamos pagando somos los únicos que no hemos hecho nada mal. Ojalá haya sanciones ejemplares", sentenciaba Asier Bonet, que hoy parte hacia Valencia y que no podrá despedir sus vacaciones como desearía. "Te vas muy triste", aseguraba.

Marta y Asier - Valencia

"No sé quién tiene la culpa pero ojalá haya sanciones ejemplares"

Dafne, Javier y Conchi - Madrid

"Las navieras se pitorrean de todos sus clientes"

Los afortunados en mitad del caos, un día más, fueron los campistas. Entre ellos, recién llegados de Bilbao, estaban Unai Lete y Jone Meléndez. La pareja conoció la polémica surgida el domingo por los comentarios de algunos familiares, aunque respiraron tranquilos cuando entraron en la estación viguesa. "No sabíamos si tendríamos plaza en el barco pese a haber comprado nuestro billete hace días. Al llegar nos dijeron que los usuarios del camping no tendríamos problemas y respiramos aliviados. Entendemos la indignación de los pasajeros afectados porque muchos se habrán quedado tirados", señalaban minutos antes de embarcar hacia su destino.

Las navieras vuelven a tener hoy un exigente examen ante sus clientes. Ayer, ninguna de las dos grandes compañías de transporte podía asegurar que fuese a cumplir con todos los visitantes que habían comprado billetes en las últimas semanas.