Cambio radical en el funcionamiento del recinto que catapulta al puerto de Vigo al primer puesto de Europa en la descarga de pesca fresca. La Autoridad Portuaria quiere deshacerse de la gestión de las lonjas de O Berbés. Como principal argumento para impulsar una privatización apela a las pérdidas anuales que genera su explotación pública, muy superiores al millón de euros. Resulta paradójico que el control de un emplazamiento donde se cierran transacciones comerciales por valor de 180 millones de euros provoque tal quebranto económico, pero lo que recauda la Autoridad Portuaria de las tasas que cobra a los usuarios no compensa ni de lejos el gasto en mantenimiento y personal, sin contar la inversión constante que requiere para cumplir con los exigentes requisitos de las autoridades sanitarias. La alarma que sembró en Praza da Estrela el informe de contabilidad analítica de la Intervención General del Estado por las cuentas de O Berbés durará poco. La intención del presidente Enrique López Veiga pasa por sacar a concurso la concesión administrativa en un plazo corto de tiempo, un planteamiento que ha causado un enorme revuelo entre los pocos usuarios al tanto de la iniciativa.
Lo que parecía una reflexión al aire del presidente cuando la deslizó en el último consejo de administración el 28 de julio era en realidad un aviso a los representantes del sector pesquero para que fueran asumiendo que la modernización de O Berbés pasa también por cambiar el modelo de explotación. La privatización de las tres lonjas -de altura, bajura y marisco- es la primera opción que defiende la cúpula de Praza da Estrela para frenar el resultado negativo que el citado informe de Intervención cifra por encima del millón de euros. Aunque desde la institución recalcan que "pueden plantearse otras alternativas", solo faltaría por concretar cuál porque la decisión de ceder la tutela del recinto, sino tomada, está muy madura. Tanto es así que el presidente avanzó a quienes desde el sector le llamaron preocupados, que en efecto su plan sigue en marcha anticipándoles incluso que los nuevos gestores podrían ser ellos si participan, constituyéndose en asociación o formando una entidad similar, en el concurso de la concesión administrativa.
"Tendrían muchas probabilidades de ganar esta convocatoria", recalcan fuentes portuarias. Prueba de que el planteamiento privatizador lo tiene avanzado es que la empresa que resultase adjudicataria de la explotación recibiría lo que el Puerto en su estrategia Blue Growth define como "La lonja 4.0". La inversión destinada a esas instalaciones donde cada madrugada se vive un auténtico frenesí de actividad comercializadora supondrá una transformación total. Con los principales edificios reformados, espacios mejor organizados, aire acondicionado y un funcionamiento apoyado en las nuevas tecnologías, incluyendo la incorporación de robots colaborativos. "Quien se lleve las lonjas recibirá un recinto inmaculado", apuntan desde Praza da Estrela.
"Dudas y preocupaciones"
La motivación de la Autoridad Portuaria respecto al futuro modelo de gestión de las lonjas contrasta con la reacción de las asociaciones que aglutinan a sus principales usuarios. En un escrito con entrada en el Registro de la Autoridad Portuaria el pasado 10 de agosto, los presidentes de la Asociación de Armadores de Vigo (Arvi), de la Asociación de Comercializadores de Pescado (Acopevi) y de la Asociación Provincial de Vendedores-Consignatarios de Pescado en Puertos, Javier Touza, Francisco Mosquera y Fernando Fernández Ibáñez, respectivamente, expresan su "inquietud tras las noticias que nos han llegado en torno a la privatización de las lonjas del puerto pesquero". Noticias que surgen en el mencionado Consejo de Administración, donde según los firmantes, López Veiga informó a los consejeros "de que han sido iniciadas las gestiones para la puesta en marcha de dicha privatización".
Para estos portavoces del sector, la privatización "supone un cambio muy importante en la operativa de las lonjas del Puerto de Vigo". De ahí que concluyan la carta solicitando una entrevista con Enrique López Veiga "al objeto de tener la oportunidad de que nos informe in situ y, a su vez, de plantearle personalmente nuestras dudas y preocupaciones sobre el particular". De momento todavía no hay ninguna fecha cerrada para esta reunión.
Una "situación excepcional" en Galicia y España
- Las lonjas de O Berbés contabilizaron el año pasado 83.366 toneladas, un 7% más que el anterior, renovando su liderazgo indiscutible en Europa en la descarga de pesca fresca. Basta la comparación con las otras rulas españolas para hacerse una idea de la hegemonía del puerto vigués en este segmento. A Coruña, Pasaia y Cádiz, las situadas a continuación de la de Vigo en el ranking nacional, sumaron en conjunto 88.623 toneladas en 2016. Dicho de otra manera, que las tres juntas solo consiguen superar a O Berbés por apenas 5.000 toneladas. Así el organismo Puertos del Estado en 2011 ya afirmaba en un comunicado que "Vigo concentra el 35% del total de la pesca fresca que se mueve en España", un porcentaje que en la actualidad Praza da Estrela eleva al 40%. Pero aparte de su extraordinario balance otro aspecto que diferencia a las lonjas viguesas del resto de las españolas es el modelo de gestión. De las principales, como las mencionadas que destacan en la estadística nacional, todas llevan tiempo explotadas en régimen de una concesión administrativa que normalmente recae en asociaciones integradas por usuarios de las instalaciones. Y como todo concesionario se le adjudica la gestión por un tiempo limitado -suele situarse en torno a los 10 años- y con el compromiso de hacer inversiones. Es el caso de A Coruña, y por extensión, de la práctica totalidad de las rulas autonómicas. Como recalcan desde la Autoridad Portuaria, "la explotación pública de O Berbés constituye hoy en día una situación excepcional en Galicia y España", por lo que este será otro significativo argumento -además de las pérdidas anuales que le ocasiona su mantenimiento- que esgrimirá ante las asociaciones a la hora de defender la privatización de un recinto donde trabajan 4.500 personas.
