El Chuvi es uno de los primeros complejos hospitalarios del mundo en disponer de una nueva técnica diagnóstica por imagen diseñada por Philips y que podría suponer "un salto cualitativo" en los tratamientos de radioterapia.

Cuando se planifican las sesiones de radioterapia, en la actualidad, se le realiza al paciente una resonancia magnética para delimitar la zona tumoral que hay que irradiar y, luego, una Tomografía Computerizada -TC, antiguo TAC-, para cuantificar la dosis de radiaciación necesaria en función de la localización y densidad del tumor. Sin embargo, al hacer las pruebas en momentos diferentes, cuando se fusionan "es inevitable que las dos imágenes sean distintas, ya que los órganos internos varían de posición por distintos motivos, como llenado de vejiga, movimiento del recto, posición de la cadera u otros", según explica el jefe de Radiofísica del Chuvi, Manuel Salgado.

La nueva máquina de resonancia de 3 teslas que incorporó el Cunqueiro a través del socio tecnológico incluye una tecnología, la MR-CAT, que permite unificar estas dos pruebas en una y que, por tanto, la correlación de datos entre ambas imágenes sea "muy superior".

Pero, ¿cómo una máquina de resonancia, que se vale de imanes y ondas de radio, puede realizar una imagen de TC, que se obtiene con radiación? La simula. Salgado explica que la máquina hace dos tipos de resonancias y, mediante un modelo matemático, las relaciona y las traduce en densidad electrónica, ofreciendo la misma información que el TC. Cada día la calibran con un maniquí, para que sea precisa. De hecho, lo es más que uniendo la resonancia y el TC, debido a que se realiza en el mismo momento. "Se gana mucho en la delimitación del tumor", explica Salgado. Además, le evita una dosis de radiación al paciente.

Por ahora, lo están utilizando en casos de cáncer de próstata, ya que la zona pélvica es donde "está más probado", pero planean hacerlo en otras patologías "en breve". Van poco a poco. Llevan seis casos desde su puesta en marcha, en marzo.