Antes de volcarse en el tráfico de contenedores, los responsables de la Administración de Duero Puertos, Leixões y Viana do Castelo (APDL) centraron sus esfuerzos en mejorar su posición atlántica en las escalas de cruceros. Con ese propósito destinó 50 millones de euros a una nueva terminal que fue inaugurada en julio de 2015. Dos años después, la actividad que registra esta moderna y premiada infraestructura portuaria avanza que muy probablemente alcanzará el objetivo de 130.000 cruceristas anuales en 2018. Con 107 escalas cerradas, la previsión indica que cerrará este año por encima de los 100.000 pasajeros, cuando en 2014 no llegaba a los 65.000. A esto ayudará la apuesta de navieras que como MSC han elegido Oporto para el arranque de itinerarios.