O Marisquiño roza la mayoría de edad -este año celebró su decimoséptima edición- convertido en una cita de referencia, tanto dentro como fuera de España. Según los datos que maneja la organización, se han alcanzado los 160.000 visitantes que se habían marcado como objetivo, unos 20.000 más que el año pasado y bastante por encima de los 125.000 que se habían logrado en 2015. Entonces el volumen de facturación en la hostelería se situaba en cerca de 12,5 millones. El aumento del público ha sido prácticamente una constante en los últimos años: en 2014 la organización hablaba de algo más de 100.000 personas, un año después rondaba las 125.000, el año pasado fueron 140.000 y en esta ocasión se han alcanzado las 160.000, un "techo" que lleva al festival a plantearse crecer y ganar espacio en la ciudad que lo vio nacer hace casi dos décadas.

En esta edición sin embargo no solo se ha incrementado el número de visitantes. Ha crecido, de forma destacada, la afluencia de extranjeros, que llegan a O Marisquiño atraídos por la calidad y alcance de las pruebas o el plantel de concursantes. Entre los ganadores, de hecho, destacan los apellidos extranjeros, en especial los franceses y estadounidenses.