Los amantes del senderismo podrán disfrutar en poco tiempo de largos paseos por el margen del Lagares. El Concello completará la senda fluvial que transcurre entre la desembocadura del río, en Samil, y Avenida de Madrid con un nuevo tramo de 3,3 kilómetros que arrancará de este último punto y proseguirá hasta la calle Manuel Álvarez, a escasos metros de la Avenida de Ramón Nieto. Allí entroncará con el paseo de 5,4 kilómetros que está construyendo la Comunidad de Montes de Cabral hasta Lagoa Mol. Cuando el Concello finalice el nuevo trecho y los comuneros culminen su proyecto, en el que ya trabajan desde hace años, el paseo fluvial recorrerá todo el margen del río, desde su nacimiento hasta su desembocadura. Entre los tres tramos -el que ya existe entre Samil y Avenida de Madrid, el que el Concello construirá ahora hasta Manuel Álvarez y el que asciende a Lagoa Mol, impulsado por los comuneros- se dispondrá de cerca de 17 kilómetros de paseo.
El Concello invertirá en el nuevo trazado algo más de 776.200 euros. De momento ya tiene sobre la mesa un proyecto que prevé trasladar de inmediato a Augas de Galicia, organismo dependiente de la Xunta. Una vez disponga de todos los informes necesarios, el Gobierno municipal espera licitar la obra en seis meses y construir la senda fluvial de 3,3 kilómetros en otros seis. El trazado afectará a 95 parcelas -63 rústicas y 32 urbanas- que suman en conjunto algo más de 17.800 metros cuadrados. Desde el Concello avanzan que su objetivo es disponer de los terrenos de mutuo acuerdo con sus propietarios y, si no resultara posible, recurrir a la expropiación. También apostillan que solo se afectará a la zona de servidumbre del Lagares, lo que -razonan- supone 5 metros, "donde ya existe la obligación legal de garantizar y permitir el acceso al río". El proyecto contempla además la demolición de media decena de "pequeñas construcciones", como cobertizos, cerramientos y un puente de hormigón.
De los 3,3 kilómetros de longitud que tendrá la senda entre Avenida de Madrid y la calle Manuel Álvarez, la inmensa mayoría (2,9 km) transcurrirá sobre el propio terreno y otros 396 metros lo harán sobre estructuras. El diseño que ya maneja el Concello contempla la instalación de nueve puentes y casi una treintena de pasarelas de diversos tipos para facilitar el paseo en aquellos trechos por los que resulte más difícil avanzar. El paseo tendrá unos 2,5 metros de ancho y 1,5 de estructura. Para darle forma se empleará un "esqueleto" de madera y una superficie de macádam, recebada con arena, sobre una capa de zahorra o balasto.
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Los autores del proyecto distinguen dos zonas a lo largo de los 3,3 kilómetros: el trecho que transcurre entre el puente de la calle Manuel Álvarez y el segundo puente de la calle Severino Cobas y el recorrido que va desde este último punto a la Avenida de Madrid. En la primera, los márgenes del río empiezan a desprenderse del carácter agrario que caracteriza a los tramos superiores y aparecen usos residenciales y, en menor medida, industriales. En la segunda ya se aprecia una paisaje claramente urbano con predominio de usos industriales. La proximidad del Lagares a las instalaciones de este tipo -apuntan los responsables del proyecto- reduce las opciones de trazar un paseo integrador con la ribera. A lo largo de su recorrido, la senda incorporará también un mirador, seis molinos tradicionales en diferente estado de conservación y la antigua canalización de agua.
Senda de Cabral
El paseo proyectado por el Concello llega hasta la calle Manuel Álvarez, que es también uno de los extremos de la senda que impulsa desde hace varios años la Comunidad de Montes de Cabral. A finales de 2014 el colectivo empezó los trabajos para construir un pasillo verde de 5,4 kilómetros entre ese barrio y Lagoa Mol, cerca de Peinador. Poco después Urbanismo paralizaba las obras al concluir que carecían de la autorización necesaria. Tras realizar varios ajustes en el proyecto inicial, los comuneros recibían luz verde de ese mismo organismo varios meses después para continuar con una obra presupuestada en más de un millón de euros. Además del paseo, se contempla instalar pasarelas, postes de señalización, paneles informativos, fuentes y papeleras. En diciembre de 2016 el colectivo inauguraba el primer tramo: un trecho de aproximadamente un kilómetro de longitud que transcurre entre Manuel Álvarez y el mercado de Cabral. Quedan pendiente aún unos 4,4 km que la comunidad divide en otros tres tramos: el que va del mercado a Filgueiras, desde este punto a Molares y el último, que sigue hasta finalizar en Lagoa Mol. Según anota Luis Rodríguez, presidente de la comunidad, en la actualidad ya se han construido más de 200 metros del segundo trecho, que medirá aproximadamente 900 m.
El paseo que comunica Avenida de Madrid con Samil mide 8,3 kilómetros y es empleado desde hace año por familias y deportistas para dar largas caminatas. A lo largo de su recorrido, y sin necesidad de distanciarse mucho de la senda fluvial, se pueden disfrutar de diferentes reclamos, como el parque de Castrelos o un puente románico. La Senda Azul ofrece también la posibilidad de completar el recorrido con otros 4,5 kilómetros que permiten visitar Bouzas, los arenales de O Cocho y Mourisca; o 2,6 km que llevan a las playas de O Vao y Canido, la isla de Toralla y los restos arqueológicos de Mirambell.
Una "malla verde" en crecimiento que atraviesa los montes de la ciudad
- El paseo fluvial de Cabral aumentará la "malla verde" que desde hace un par de años va engrosando en Vigo. En 2014 el Concello -en estrecha colaboración con la Mancomunidad de Montes- empezó a marcar y señalizar rutas forestales por las distintas parroquias del municipio. Su intención era poner en valor los montes de Vigo, con su interesante riqueza paisajística y patrimonial, y fomentar al mismo tiempo hábitos de vida saludable. Para conseguirlo se apostó además por un nuevo concepto de ruta forestal: pistas circulares -que acabasen y empezasen en el mismo punto, lo que facilita su recorrido a las familias-, con espacios donde aparcar el coche y comunicadas con el autobús urbano. Para hacerlas más accesibles se instalaron además señales que indicaban el camino y paneles informativos que explicaban sus puntos más importantes. A lo largo de los últimos años se han impulsado sendas similares en Beade, Bembrive, Candeán, Comesaña, Matamá, Coruxo, Saiáns y Zamáns. A finales de 2016 el Concello tenía además nuevos proyectos sobre la mesa, como una ruta en Valladares y otra en Cabral. Entre ambas sumarían más de 14 km de "pasillos verdes", lo que eleva el total de sendas forestales que transcurren por Vigo a más de 120 km. Además de los paseos que atraviesan los diferentes montes comunales, los amantes de la naturaleza y el deporte al aire libre disponen en Vigo del Sendero Panorámico GR-53, un largo recorrido de 39,9 kilómetros que se divide en tres trechos distintos: Saiáns-A Pasaxe, A Pasaxe-Puxeiros y Puxeiros-A Madroa. Además dispone de dos pequeñas variantes que se añaden al tronco central y suman unos 14,4 km. Completar solo el tramo principal exige cerca de 17 horas de caminata. Los expertos lo catalogan como de dificultad "media". La senda del Lagares no es la única en cualquier caso que transcurre por la zona urbana. Una de las iniciativas del Concello es un paseo de unos 5 kilómetros por A Guía que transcurre por la falda del monte y el litoral.
