"Vigo, como ciudad industrial, va a generar una demanda muy notable en cuanto a la atención a mayores, porque los trabajadores traerán a sus padres, y conviene que la ciudad se prepare", sostiene el presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía y Xeriatría, Miguel Ángel Vázquez, que participa a nivel personal con CCOO en la elaboración del informe técnico. El también profesor universitario es partidario de que haya modelos alternativos a la residencia tradicional y entiende que, con un mayor por cada cuatro habitantes Galicia se ha convertido en "un auténtico laboratorio para probar nuevas experiencias porque nunca ha habido semejante porcentaje de personas con otra forma de vivir".

Opina que los geriátricos tradicionales son "generadores de dependencia" al no fomentar el desarrollo de las capacidades de sus internos, por lo que aboga por la implantación de modelos diferentes que prevengan la dependencia. En concreto, para el antiguo policlínico Cíes propone la convivencia de dos .Por un lado, los pisos tutelados, de entre 25 y 30 metros cuadrados con su propia cocina y en los que se pueda optar a servicios comunes de limpieza, lavandería cocina o sociosanitarios. Ya hay dos ejemplos de pocas plazas en Galicia. Por otro lado, las viviendas comunitarias, en las que entre 10 y 14 personas conviven "en un entorno muy similar al de su casa", con un auxiliar de geriatría y "sostenidos por un equipo de vanguardia". "Es un modelo muy integrados con libertad para salir, pero controlados con un servicio de recepción y con comedor social si lo desean, consultas de enfermería y médico y una unidad de rehabilitación básica también vendría bien", plantea. "Sería un modelo a caballo entre el domicilio propio y la residencia de mayores, a la que nadie quiere ir, y con un coste menor por plaza", resume.