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Audasa urge ahora a las constructoras a acabar Rande en diciembre para la subida de peajes en 2018

La concesionaria no quiere agotar la última prórroga del final de la ampliación, hasta el próximo marzo, porque tendría que esperar a 2019 para aplicar la subida en la AP-9

Imagen de las obras de ampliación del puente de Rande, con la colocación de las estructuras de los nuevos tableros ya sobre el vano. // FdV

Tras vencer este abril el primer plazo comprometido para la finalización de las obras de ampliación de Rande por el cambiazo que pretendía dar Audasa al proyecto aprobado por Fomento por otro de menor coste, e incumplir de nuevo el fijado en la prórroga acordada con el ministerio para concluirlas el presente agosto, ahora la concesionaria aprieta a la Ute constructora (Dragados y Puentes) para que el viaducto quede listo con los dos carriles añadidos el próximo diciembre motivada por un atractivo aliciente: el incremento de los peajes en la AP-9 en enero de 2018.

El aumento del canon sería del 1% anual, acumulativo durante veinte años, afectaría a todos los tramos de la Autopista del Atlántico entre Ferrol y Tui -salvo los de pago indirecto, los que no abonan los usuarios en circulación sino las administraciones- y se aplicaría "a partir del 1 de enero del año siguiente a aquel en que finalicen las obras", como estipula el convenio de noviembre de 2011 que firmó con la compañía el entonces ministro de Fomento, José Blanco, como fórmula compensatoria por la inversión de 350 millones en los proyectos para aumentar la capacidad del emblemático viaducto, la de los accesos a Rande desde Teis y Vilaboa y de la circunvalación de Santiago. Ante los jugosos ingresos que obtendría por este "incremento extraordinario" de tarifas, como lo califica el citado convenio, Audasa no quiere esperar hasta 2019 para aplicar la subida, como ocurriría si completase los trabajos en marzo de 2018, el nuevo plazo fijado después de la última prórroga concedida y ahora vigente. Así que ha urgido a los responsables de la Ute de Rande -de las tres citadas actuaciones, la de mayor complejidad y más retrasada- a acelerarla con el objetivo de finalizarlas estas navidades.

Con el ritmo actual de la actuación puede que la concesionaria logre su propósito. Esta misma semana el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, cifró la ejecución del proyecto de Rande -adjudicado en 130,6 millones incluyendo la ampliación de los accesos al puente y, según el citado convenio, con un plazo, en teoría, insuperable de 36 meses- en un 70%, manejando como conclusión también este año si bien matizando que su departamento no tenía "capacidad" para exigir a la concesionaria la finalización antes de la segunda prórroga marcada, la que expira el próximo marzo. Pero en este caso es la compañía la principal interesada por la motivadora posibilidad de subir los peajes.

Fuentes de la Ute confirmaron a FARO que completar la ejecución del proyecto antes de finalizar 2017 "es posible". Para dudar de ese plazo tendría que torcerse mucho la dinámica de la actividad en el puente, por ejemplo, con una sucesión de condiciones climatológicas adversas que obligaran a interrumpir los trabajos sobre los nuevos tableros. De ahí la presión que Audasa está ejerciendo sobre estas constructoras para apurar al máximo la actividad e impedir que esa clase de contratiempos, inevitables a la entrada del otoño, la coloquen a 31 de diciembre a las puertas del deseado final. Porque de producirse esta situación la concesionaria perdería la oportunidad de encarecer los peajes el próximo enero, retrasando un año el aumento del canon. En su momento, con Ana Pastor al frente de Fomento, intentó que el ministerio le autorizase la subida de las tarifas sin finalizar las obras pero recibió un rotundo rechazo, y ahora no le queda otra que concluirlas si quiere cobrar más a los conductores.

Entre los sindicatos también se considera viable la meta marcada por Audasa. "Al menos los nuevos carriles sí podrían abrirse al tráfico en diciembre, cosa distinta es que falten trabajos complementarios", apuntan. Lo que temen es que las constructores traten de satisfacer el deseo de Audasa "a costa de exprimir a los trabajadores".

El montaje de los nuevos tableros avanza sobre el vano

  • Día y noche, e incluso domingos. Ni en verano ha disminuido el ritmo de los trabajos vinculados a la ampliación de Rande. Los miles de conductores que circulan a cualquier hora por el puente son testigos de la evolución de las obras de montaje de los nuevos tableros, uno por cada lado, que la concesionaria se propone abrir al tráfico el próximo mes de diciembre. Precisamente esta misma semana se aplicó bajo el viaducto otra restricción al tránsito marítimo que revela hasta qué punto avanza la construcción de los carriles adosados. Desde el pasado jueves y durante el próximo mes y medio, el canal de circulación de los barcos en el estrecho de Rande ha quedado reducido a 120 metros, en la actualidad el tramo aproximado de vano del puente -el espacio de 401 metros libre entre los dos pilares- donde faltaría por colocar las secciones metálicas conocidas como dovelas. Y al acabar este plazo, el canal marítimo se quedará en 40 metros y posicionado junto a uno u otro pilar en función de cómo evolucione la colocación de dovelas en el vano. Por abordarse desde el mar, esta fase que acaba de arrancar es una de las más complejas. Respecto a las piezas para los nuevos tableros desde tierra hasta los pilares norte (Vilaboa) y sur (Vigo), su instalación está prácticamente concluida y ahora los operarios abordan su cimentación.

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