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Los murales urbanos se multiplican por la iniciativa de particulares y de empresas

Familias y comunidades también se suman al "boom" y contratan a artistas para que decoren desde sus muros hasta oficinas, salones o cuartos - "Se nota más interés", reconocen los creadores

Grafiti de Antony que decora la gasolinera de Coia. // R. Grobas

La semilla del street art germina en Vigo. Muralistas y grafiteros veteranos perciben un mayor "interés y sensibilidad" del público hacia su labor. Pequeñas tiendas, grandes compañías, vecinos particulares o comunidades de propietarios contratan los servicios de estos artistas para decorar con spray y pincel desde muros a cierres o incluso salones y oficinas. Esas obras se suman a las que promueve el Concello con su programa para decorar medianeras.

Vigo se parece cada vez más a un gran museo al aire libre. Aunque le queda aún un largo camino por delante para alcanzar a las grandes capitales del muralismo, como Berlín, Londres, Buenos Aires, La Habana, Ciudad de México o la vecina Oporto, el street art va calando poco a poco en sus fachadas y paredes. El ojo se empieza a acostumbrar a que -de la noche a la mañana- un muro gris, de cemento o ladrillo, renazca con un baño de color. Buena parte de ese cambio se debe a la iniciativa del Concello de decorar medianeras. Desde 2015, gracias al respaldo del Ayuntamiento unos 30 espacios repartidos por todo el casco urbano se han reconvertido en lienzos sobre los que artistas como Liqen, Nano4814, Nelson Villalobos, Lula Goce, Darío Basso o Pulido, entre otros muchos, han desplegado todo su saber hacer. El listado se amplía desde hace varias semanas con la última decena y media de obras impulsadas por el Gobierno local. Pequeños negocios, grandes compañías, vecinos, comunidades de propietarios... también han tomado parte en esa transformación, sin embargo. Además de los encargos del Concello, por Vigo se reparten numerosos murales pintados por iniciativa de particulares que encontraron en el street art la mejor forma de diferenciar sus tiendas o dar un toque distinto a sus casas.

Antonio Barbará, "Powone", uno de los grafiteros veteranos de Vigo y con una extensa obra a sus espaldas, reconoce que en la actualidad "no para" con los encargos que recibe de particulares. "Desde 2010 he notado un aumento de trabajo", comenta el artista, que ha pintado en pubs, institutos, fachadas de casas, naves... e incluso en las paredes de salones y habitaciones de viviendas privadas. En la actualidad trabaja en una serie de siete paneles en los que reproduce antiguas fotografías sobre la pesca de la almadraba. Una vez los tenga listos, se los entregará a la empresa que lo ha contratado -ViverDreams Fish- que quiere decorar con ellos sus oficinas en la zona de Cádiz. En los últimos meses ya ha pintado varios murales, inspirados en instantáneas antiguas del Archivo Pacheco, en una nave de esa misma compañía en Bouzas.

En opinión de Powone, el programa del Concello ha servido de "estímulo" e "incentivo" para muchas personas. El propio Barbará ha colaborado en varias ediciones de la iniciativa municipal. "Peri", otro artista escogido por el Concello para pintar una medianera en 2015, reconoce que el muralismo goza cada vez de "mayor visibilidad" en la ciudad y que la gente también muestra una mayor "sensibilidad" ante este tipo de arte. "Antes había quien podía verlo como una forma de ensuciar las paredes", recuerda este creador, que trabaja desde hace más de diez años y que hace varios meses decoró con un impresionante diseño la fachada y la zona de taquillas del Teatro Ensalle, en la calle Chile. Su trabajo puede disfrutarse también a través de la web periantio.blogspot.com.

El "cambio de sensibilidad" en la ciudadanía lo constata también Gonzalo, artista polifacético y coautor -junto con Powone y Álex Fernández- del mural que luce desde el verano pasado en la Avenida de Florida. "Cuando te ven pintando en la calle, la gente se interesa", abunda Gonzalo, quien lamenta sin embargo que -pese a esa nueva mentalidad- muchos clientes aún no están dispuestos a pagar el trabajo y el talento que se derrocha en un grafiti. Según anota, aunque sí se percibe "más aceptación" social, el nivel de trabajo en Vigo es similar al que había hace unos años. Aunque Gonzalo ha colaborado en el programa del Concello, sus encargos suele recibirlos de empresas de marketing, particulares y todo tipo de pequeños negocios que buscan reforzar el atractivo de sus tiendas.

Con una larga trayectoria de 26 años dedicado al grafiti, Antony confirma el interés creciente que este arte despierta en la ciudad: "En la calle interactúas y un trabajo te lleva a otro". En los últimos meses ha pintado, por ejemplo, un gran mural en la gasolinera de Coia y otro en la de Plaza de España. En las galerías de Progreso nº 41 se puede disfrutar de la obra de otro creador veterano de Vigo, Álex Fernández, quien comenta que tras un pequeño bajón de actividad sobre el año 2011 -achacable a la crisis- el volumen de encargos se ha mantenido estable. Gran parte de esa demanda responde también al talento de los creadores vigueses, entre los que se cuentan grandes nombres a nivel nacional, como por ejemplo Nano4814 o Sax, artista esta última que participa en el programa municipal de 2017.

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