La devoción religiosa y la pasión por el Cristo de la Victoria inundan el centro de Vigo. Nueve días de celebraciones culminan esta tarde con la multitudinaria procesión por el Casco Vello de la ciudad olívica. El Cristo de la Victoria encabeza una marcha que ha comenzado con estricta puntualidad a las 19.30 horas y seguirá su recorrido habitual.

La imagen del Cristo preside una marcha interminable de fieles que puebla por completo la Calle Real y los alrededores de la Colegiata. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, se ha sumado a la procesión por el Casco Vello y ocupa una de las posiciones de cabecera de la fila.

Media hora después la comitiva atravesó la calle Real y alcanzó la Plaza de la Ribera, en O Berbés, donde permaneció casi media hora. A su paso por Cánovas del Castillo el estruendo provocado por las sirenas de los barcos amarrados en el Puerto y las explosiones de los petardos avivaron el ánimo de los procesionarios.

Pasadas las 21.30, después de más de dos horas de recorrido y la subida a la calle Colón, la comitiva religiosa llegó a la recta final. La procesión cubrirá los últimos metros por Policarpo Sanz y la Porta do Sol.

Horas antes del inicio de la procesión, cientos de vigueses -muchos portando sus cirios- han tomado posiciones en los aledaños de la Colegiata. Todos quieren forman parte del espíritu del Cristo de la Victoria, uno de los símbolos de la ciudad e icono religioso olívico.

La mañana comenzaba con gran afluencia a las diferentes eucaristías preludio de la Misa Solemne oficiada por el obispo Luis Quinteiro Fiuza y cantada por la Coral Casablanca.