El UM17 rueda sobre el asfalto vigués ocho días antes de su estreno en el circuito alemán de Hockenheim. La escudería universitaria, integrada por 26 alumnos de ingeniería del campus, presentó ayer en Rosalía de Castro el monoplaza con el que competirán por tercer año consecutivo en la Fórmula Student, la mayor competición estudiantil de automoción en el mundo. El monoplaza hará rugir su motor en las pistas germanas y, dos semanas más tarde, también en las de Montmeló con la misión de "representar no solo a la Universidad, sino a toda la ciudad y a su industria".

El nuevo bólido, diseñado y fabricado por los estudiantes, desveló su fisonomía en presencia del rector Salustiano Mato, el alcalde vigués, Abel Caballero, la delegada de Zona Franca, Teresa Pedrosa, varios diputados provinciales y representantes del más de medio centenar de empresas que patrocinan al equipo. Su debut se hizo esperar alrededor de una hora, al parecer, por problemas con un cable, pero los pases del monoplaza en el entorno de la nueva rotonda LED fueron acompañados por los aplausos y vítores de los presentes.

La escudería UVigo Motorsport, la única gallega entre las 22 formadas en campus de todo el país, cubrirá su tercera temporada con un prototipo mejorado de chasis híbrido -con monocasco de fibra de carbono y subchasis de acero tubular- y el mismo sistema DRS -o alerón trasero móvil- que se utiliza en la Fórmula 1, entre otras novedades.

"Este proyecto no se podía hacer en cualquier sitio, es posible en Vigo por su industria", destacó Juan Villar, team leader de la escudería, que también apuntó que el 90% de las piezas han sido fabricadas en un radio de 10-20 kilómetros del campus vigués. "Nos sentimos orgullosos de colaborar con grandes multinacionales como Bosch o GKN y con empresas locales que han estado con nosotros desde el principio, como Zerotech o Resinas Castro, a las que se han añadido nuevas incorporaciones", agradeció.

Pedro Cuesta, responsable de Marketing y Comunicación, prometió "dejar en buen lugar" a la Universidad en las dos competiciones que les quedan por delante. "Queremos convertirnos en un símbolo y un icono de Vigo. Que no solo sea conocida por sus playas o el Dinoseto, aunque no descartamos un FórmulaSeto", bromeó, "sino también por la calidad de sus ingenieros y su potencia industrial".

El rector vigués, que se enfundó la camiseta de la escudería con la que fue obsequiado, aseguró que el proyecto estudiantil constituye "un ejemplo que dignifica la imagen de la Universidad en el mundo" y agradeció la colaboración del tejido industrial vigués que conforma "este valle de innovación, Galifornia, el único de Galicia". También reconoció la colaboración de Zona Franca y Concello "para poner a Vigo en el mundo y todo su valor".

El alcalde Caballero, por su parte, se comprometió a aumentar "sustancialmente" la aportación económica a la escudería, por la que expresó su "enorme respeto y cariño". Recordó su primer encuentro con un grupo de "jóvenes locos con sus cacharros" que le presentaron un proyecto "apasionante" y que "superó con mucho" las expectativas iniciales.

Asimismo el regidor vigués puso al prototipo como ejemplo de la fusión entre la ciudad, "capaz de competir con los mejores del mundo" en automoción, y su universidad, inaugurada hace solo un cuarto de siglo. Y, como prometió durante su discurso, Caballero acabó posando a los mandos del UM17.