El último tramo de Rosalía de Castro, entre Serafín Avendaño y García Barbón, se convirtió ayer en un circuito urbano para acoger el estreno del UM17. Familiares y amigos de los estudiantes que integran la escudería los arroparon durante el acto y aplaudieron con ganas los primeros rugidos del monoplaza, a igual que los curiosos que se fueron concentrando en las aceras y en los balcones de los edificios próximos.

Las pantallas LED de la nueva rotonda proyectaron varios vídeos del equipo, que también contó con el apoyo de los responsables de Industriales, el centro al que pertenecen la mayoría de los alumnos. "La escuela, la Universidad y la ciudad tenemos que sentirnos orgullosos. Es un proyecto que tenemos que sentir nuestro, una señal de identidad de Vigo", destacó su director, Juan Pardo.

También se refirió al mérito de sus integrantes por conseguir "en solo tres años" lo que otras escuderías no han alcanzado en mucho más tiempo. "Y esto se debe a que son un equipo con talento, que le ha dedicado mucho esfuerzo. Hay que seguir animándolos y desearle la mayor de las suertes", celebró.

Y es que los vigueses le han echado muchas ganas y horas para ser capaces de competir al nivel de equipos patrocinados por grandes empresas automovilísticas como Audi, Mercedes o BMW y, en consecuencia, presupuestos mucho más elevados.

De ahí que Pedro Cuesta agradeciese ayer en nombre de todos sus compañeros el apoyo de las entidades patrocinadoras, así como de sus más allegados e incluso el de "algún profesor que ha puesto dinero de su bolsillo".

Expatrón de Mercedes F1

La escudería viguesa dispone este año de un presupuesto de 61.000 euros para participar en una competición que en Europa tiene como patrón a Bross Brawn, máximo responsable del equipo Mercedes de Fórmula 1 hasta 2013, y que está organizada por la Sociedad de Ingenieros de Automoción.

Los equipos universitarios deben diseñar y construir el prototipo, además de elaborar un plan de negocio o buscar patrocinadores. El circuito de Hockenheim recibió 200 solicitudes y los vigueses fueron elegidos entre los 65 competidores.

Participarán en la categoría de combustión, y deberán superar desde el 8 al 13 de agosto pruebas dinámicas relacionadas con el frenado, la aceleración, el rendimiento o la fiabilidad, así como otras estáticas para conocer, por ejemplo, su análisis de costes.