Pocos vigueses se pueden imaginar el inmenso entramado tecnológico que permite que fluya el tráfico en Vigo y que se "esconde" sobre y bajo sus vehículos en cada metro que recorren por el casco urbano. En el asfalto, detrás de semáforos o en lo más alto de postes y paneles informativos se "ocultan" cientos de sensores. Una malla deseguridad que la Concejalía de Tráfico, dirigida por Carlos López Font, no ha dejado de ampliar y modernizar hasta el punto de tener controlados a día de hoy y en tiempo real más de 200 kilómetros de calles. Significa prácticamente todo el centro y buena parte de los viales principales de las parroquias.
Este "Gran Hermano" acaba de extenderse a los accesos y entradas a Vigo de la AP-9 en forma de sensores de intensidad y velocidad, lo que les permite movilizar agentes y activar avisos cuando se colapsa la autopista. Precisamente ésta es una competencia de Audasa que muchos usuarios critican que no ejerce y que provoca que queden "atrapados" en retenciones kilométricas como la ocurrida el fin de semana pasado. El Concello negocia ahora también con la Dirección General de Tráfico para que le permita pinchar las imágenes de todas las cámaras de vigilancia que tiene en el área de la urbe olívica.
Tras un profundo trabajo de renovación año a año, el departamento municipal de Tráfico acaba de superar las 100 cámaras de vigilancia sobre el asfalto (la mayoría son nuevas y, pese a los rumores, aclaran que ni se utilizan para denunciar, ni tampoco para multar). También tiene desplegadas casi 200 espiras y aforadores que miden el número de vehículos en circulación y su velocidad; y otros 70 sensores bluetooth que aportan parámetros sobre la fluidez de la mayoría de recorridos posibles a lo largo y ancho de Vigo. Toda esta información llega en tiempo real a la Sala de Control de Tráfico, una oficina de apenas 80 metros cuadrados ubicada en la planta baja del ayuntamiento. Es el cerebro que se encarga de gestionar todos estos datos y reaccionar en caso de incidencias. Gracias a este big data también han conseguido mejorar su planificación a la hora de reorganizar la circulación de calles, programar fases semafóricas (pueden incluso abrir o cerrar los semáforos a distancia), activar cortes de tráfico y un largo etcétera de utilidades que antiguamente eran inimaginables. De hecho, presume de ser la más antigua y puntera de Galicia. Ningún estornudo en la circulación se escapa a sus ojos.
Decenas de pantallas emiten de forma constante las imágenes de las 100 cámaras que están operativas mientras varios ordenadores recopilan los datos de velocidades y número de vehículos que están entrando, saliendo o circulando por Vigo que les transmiten las espiras. Hasta ahora, cuando algo fallaba en la circulación (accidentes, tráfico lento, parado o incluso inexistente) saltaba una alarma en un mapa que les aportaba la ubicación aproximada del problema. Pero desde este año ya pueden conocer de inmediato no solo el punto exacto del conflicto, sino cómo está afectando al resto de viales colindantes y a la circulación en general de la ciudad, lo que les permite actuar con mayor celeridad para resolver la incidencia. Esta mejora ha venido de la mano de una gran pantalla de 5 metros cuadrados incorporada recientemente en la que se refleja calle por calle el estado del tráfico en cada momento a través de cuatro colores en función de la mayor o menor fluidez de la circulación.
Pero las posibilidades de información que pueden ver al mismo tiempo en este panel sinóptico va mucho más allá. Como curiosidad, en él tienen de forma permanente el Twitter de la DGT y las imágenes de sus cámaras en el área de Vigo que emite a través de su página web. Pero además proyectan el estado y las horas de las mareas. "Puede parecer un tema menor, pero esta información nos permite prever inundaciones de calles cuando hay temporal, como sucede habitualmente en Julián Estévez, por ejemplo, y actuar con antelación y planificar desvíos alternativos", explican los técnicos municipales de Tráfico.
Desde policías, grúas y bomberos geolocalizados...
- La colaboración entre los responsables de la Sala de Control de Tráfico y los cuerpos de seguridad es clave en el día a día de Vigo. Y este tándem está cada vez más unido gracias a las nuevas tecnologías. Los primeros pueden ahora ver en tiempo real lo que está ocurriendo en cada momento a lo largo y ancho de la ciudad, indispensable muchas veces para gestionar el envío de efectivos policiales o bomberos. Pero además, desde hace un año todos los agentes, coches patrulla y camiones de extinción están geolocalizados, lo que les ha permitido reducir de forma considerable sus tiempos de reacción. Cuando salta una alarma, los mandos pueden ver en un mapa las patrullas más cercanas y enviarlas de inmediato. Ya sea por un atasco, un accidente de tráfico o situaciones más graves como agresiones, atracos o incendios. También las grúas municipales se gestionan vía GPS.
...hasta semáforos a las "órdenes" de los invidentes
- La apuesta del Concello por las nuevas tecnologías en materia de tráfico está abriendo un abanico variopinto de utilidades. Entre ellas, destaca la implantada en decenas de semáforos del centro de la ciudad. Gracias también a la tecnología bluetooth se ha podido eliminar el molesto pitido que guía a las personas invidentes a la hora de cruzar. Ellas tienen ahora el "poder". A través de una aplicación móvil y también con un dispositivo específico, el semáforo reconoce su presencia y la señal acústica se activa automáticamente a su paso.
