La nueva zona azul se aliará con las nuevas tecnologías y revolucionará su funcionamiento. Las ocho empresas que han presentado su candidatura para gestionarla (dos fueron excluidas por no alcanzar el mínimo de puntuación en la valoración del sobre técnico) ofertan multitud de servicios comunes. Entre ellos, varios relacionados con los smartphones (teléfonos móviles inteligentes). Gane quien gane, los vigueses tendrá la posibilidad de realizar todas las gestiones desde la palma de su mano sin necesidad de acudir nunca a un parquímetro. A través de una aplicación se podrá contratar el tiempo de estacionamiento (desaparecerá el cobro por tramos y se abonará solo por el periodo real de aparcamiento) e incluso será posible ampliar los minutos de permanencia a distancia sin tener que ir hasta el coche.

Los parquímetros seguirán funcionando, pero probablemente los tiques desaparecerán, ya que con el nuevo sistema habrá que introducir siempre la matrícula del vehículo y todo estará informatizado. También lo estarán los dispositivos de control de los vigilantes que, a tenor de las ofertas realizadas, podrán saber si el dueño de un coche ha pagado o no con solo enfocar su placa. Esta mejora dará respuesta a una de las viejas demandas de la plantilla, obligada ahora a anotar una por una a mano y en papel las matrículas de todos los coches para supervisar si estacionan durante más tiempo de las dos horas fijadas como máximo. De hecho, el Concello contempla eliminar este límite en varias calles, para lo que tendría que modificar la ordenanza.

Pero las utilidades de la citada aplicación móvil van más allá. La mayoría de candidatas anotan que se podrán activar alertas para que los usuarios sepan que está a punto de caducar su tiempo de estacionamiento o, de darse el caso, de que acaba de ser denunciado, ofreciéndole información sobre cómo puede anular la multa y del tiempo que dispone para ello. Entre lo más revolucionario que incluyen algunas firmas destaca otra utilidad móvil a través de la cuál se informaría de los aparcamientos libres de estacionamiento que hay en cada zona.

Actualmente hay casi 2.200 plazas de pago en el casco urbano. A priori, no se incrementarán a corto plazo. Sin embargo, como adelantó este periódico, el pliego abre la posibilidad de que se aumenten hasta en un 40% durante el periodo concesional (10 años prorrogable otros 2) lo que ampliaría en casi otros 900 los aparcamientos de pago. Esta decisión -se anota en el pliego- se tomará "en función de las necesidades de movilidad sostenible existente en cada momento".

De hecho, la actual concesionaria, Dornier, ha incluido en su oferta técnica varias zonas nuevas a las que se podría extender el servicio. En cualquier caso, no sería vinculante en el caso de que se hiciera con el contrato. Se trata del ámbito del hospital de Fátima, Fernando el Católico, la avenida de la Florida y el entorno de la Plaza de América.

Zonas de carga y descarga

Otra novedad que podría aplicarse es la del control de los aparcamientos de carga y descarga por parte de la concesionaria de la Xestión de Estacionamiento Regulado. Todas ofrecen este servicio que fue incluido en los pliegos. De esta forma, estos espacios podrían estar supervisados, además de por la policía, por los vigilantes de zona azul.