Pasó de un club de montaña a escalar los Alpes. Luego llegaron Perú y África. Después el Himalaya, Tien Shan, Pamir, Groenlandia.Protagonizó la primera travesía española en solitario al Polo Sur, y es la única española que ha coronado el Everest sin oxígeno.Hace solo mes y medio regresó de la isla de Baffin (Canadá). Sus objetivos fueron haciéndose cada vez más duros y comprometidos, pero en agosto de 2014 encontró la paz en Colombia.

Andrés Hurtado es periodista y ecologista, pionero del turismo ecológico en la zona. Él fue quien invitó a Lago para dar una conferencia, a cambio de mostrarle la belleza de su país. Chus Lago llegó a Bogotá acompañada de su marido. Allí visitaron las minas de Sal y probaron platos típicos como el ajiaco, sopa de pollo a la que se leañaden las guascas, unas hierbas que le otorgan un sabor especial.

El agua de la ciudad, comenta Lago, proviene de las montañas de la sierra de Guadalupe, que todos los días visita mucha gente, a pie o en bicicleta. Lago se encontró con "personas encantadoras,que ama sus montañas y su medioambiente."

En cuanto a la conferencia, impartida al tercer día, reconoce que nunca se imaginó que acudiría tanta gente. "Asistieron 1.000 personas. Desde luego, Hurtado es alguien con un gran poder de convocatoria. Una persona importante que, entre otros logros, se encargó de negociar con la guerrilla en su momento. En la sala solo cabían 600 personas, así quetuvieron que habilitar una pantalla afuera."

Después de la ponencia, volaron a un lugar llamado El Palmarito, en la cuenca del Orinoco.

Londoño, el patrocinador de las conferencias, tiene una finca allí, dedicada a la conservación medioambiental. Está ubicada a las orillas del río Cravo Sur., que desemboca en el río Meta y éste en el Orinoco.

Londoño se dedica a cuidar de los huevos de caimanes y cocodrilos y enseñar a la sociedad cómo estos reptiles son importantes para el ciclo de la naturleza. Estuvieron a punto de desaparecer, debido entre otras causas a la caza furtiva.

Durante tres días, volaron cuando era de día y durmieron en una casa de adobe. La finca estaba rodeada por una valla para evitar que entrasen los animales más grandes. Y la hierba se mantenía recién cortada para detectar la entrada de serpientes venenosas.

Su experiencia esos días fue tan intensa que ha tenido que escribirla para poder contarla con todos sus detalles. Ésta es una pequeña lista de los animales que pudo ver con sus propios ojos: capibaras, el roedor más grande del mundo, que en Colombia es apodado como chigüiro, venados, garzones soldados, cocorocos rojos (también llamados iris escarlata), garzas blancas, negras y rojas, cigüeñas, iguanas, tortugas, monos aulladores... Los pájaros volaban a su lado, los caimanes les acechaban desde la superficie, tan de cerca que podían sentir algo de miedo.

Lago, su marido y el equipo que les acompañaba realizaron numerosos viajes por la zona en aviones superligeros, y desde el cielo contemplaban los meandros del río y la espectacular fauna y flora.

Después visitaron Cartagena de Indias, deteniéndose en su espectacular bahía y la Fortaleza de San Fernando, construida por españoles.

De allí marcharon al centro medioambiental de las Islas del Rosario, que a Lago le recordó a África, tanto por las cabañas y tribus como por sus arañas gigantes. Un lugar solitario en contraste con la ciudad, que como comenta Lago es un hervidero de turistas.

Las islas están habitadas por descendientes de los esclavos negros. que construyeron el Fuerte de Cartagena. Sus casas están hechas de arena de coral, producto de un pez llamado Pez Loro, que come el coral y lo tritura.

El archipiélogo está lleno de manglares, grandes árboles que introducen sus raíces en el agua y sirven de refugio de las criaturas marinas. "Son espacios muy ricos en biodiversidad", afirma Lago, y apunta que de los 7 tipos de manglares que existen en el mundo, 5 se pueden encontrar en Colombia. Es un territorio prácticamente inexpugnable: pudieron pasar con su embarcación a través de los enormes manglares gracias a que los nativos han realizado grandes cortes en ellos, construyendo un pasillo.

El suelo de las islas está formado por fósil de coral, sobre el se desarrolló la vida. El agua dulce es traída desde Cartagena, puesto que ni siquiera la lluvia forma charcos: el suelo es esponjoso y se filtra todo el líquido. En las playas crecen lirios malvas. y toda la vegetación es tan tupida que no puede verse el mar hasta que llegas a la orilla. lo que convierte a estas islas en un lugar asfixiante, comenta Lago.

Recuerda a los nativos pescando de pie en rudimentarias tablas de surf; y al conductor de la barca que no paraba de cantar bachata.

Colombia, uno de los países con más parques nacionales del mundo, fascinó a la alpinista: "es diversa (alta montaña, llanos, zonas de costa) y está llena de color, con orquídeas y aves de todos los tipos.

Es uno de los pocos viajes en los que no fui a escalar, y pude hacer turismo como una persona normal, sin tensión".

Y no sabe con qué quedarse: esos atardeceres rojizos tumbada en su hamaca, el privilegio de volar por encima de la selva, abrir la ventana y ver los pelícanos en el embarcadero o, por qué no, mojar los pies en el agua clara y que no esté congelada como aquí.