Completar el Camino de Santiago no es una tarea sencilla. Cada año miles de peregrinos recorren cientos de kilómetros para llegar a la capital gallega y adentrarse en la famosa catedral. Ayer, con ese mismo fin, partió un grupo muy especial desde Vigo. Encabezados por el agente de la Policía Local, Javier Pitillas, una veintena de personas iniciaron un viaje de cinco días que les llevará hasta la Praza do Obradoiro. No todos lo harán a pie, y es que dos de ellos sufren parálisis cerebral severa, otra chica tiene malformaciones en sus extremidades y una cuarta mujer no tiene movilidad en las piernas. Sin embargo, estas dificultades no frenan a la expedición, que cuenta con el apoyo de una docena de jóvenes de la asociación gaditana Anpehi. "Los conocimos el año pasado y este año han querido sumarse para apoyar a Ana, que ha viajado con ellos desde Cádiz", apunta Pitillas.

Dos bicicletas Joëlette y una handbike sirven de soporte para que tres de los peregrinos con movilidad reducida completen el recorrido. Edu Sertal, que tiene parálisis cerebral pero que puede caminar sin problemas, hace el trayecto andando. "Es encomiable su fortaleza física y mental", destaca el agente vigués, quien añade que "durante la primera etapa hubo momentos en los que se quedó algo rezagado pero terminó solo quince minutos después que los primeros".

Desde ayer y hasta el domingo, los caminantes cubrirán más de 100 kilómetros. La distancia está perfectamente medida para que todos puedan recibir el tesoro más preciado para cualquier peregrino: La Compostelana. Para ello deberán ir cubriendo sellos en todos los lugares en los que se hospedan. La primera etapa transcurrió entre Vigo y Redondela y el mal tiempo fue un acompañante más durante toda la jornada. "Es una pena porque se han perdido paisajes preciosos por la costa, pero en los próximos días mejora la climatología y todos lo disfrutaremos más", comenta Pitillas. Hoy tienen previsto llegar hasta Pontevedra, mañana pernoctarían en Caldas, el sábado en Padrón y para el último día quedaría la etapa más especial, que en esta ocasión, y tras atender las peticiones del grupo, será nocturna. "Querían llegar a la catedral de noche para que fuera todo más emotivo. Les hacía especial ilusión y accedimos sin ningún problema", explica el policía.

Cuatro personas de Portomarín, tres de Vigo, dos de Santiago y trece de Cádiz conforman el pelotón que ayer se puso en marcha a primera hora de la mañana. Carmiña, de 60 años, es la persona que se ayuda de la handbike. "Lleva muchos años en silla de ruedas y ha demostrado tener fuerza en sus brazos, por lo que se lo pasará en grande. Evidentemente la ayudaremos en algunos tramos más complicados, pero ella completará todo el recorrido", asegura Pitillas. El equipo también cuenta con dos bicicletas Joëlette, sillas todoterreno, monorruedas y adaptadas para que personas con discapacidad puedan disfrutar del senderismo. Las utilizarán Juan David y Ana, de 18 y 15 años respectivamente.

Las rutas encabezadas por Pitillas son habituales en los últimos años. Gracias a su ayuda y a la de otros voluntarios, decenas de personas con movilidad reducida han completado el Camino de Santiago, ascendido los Pirineos y finalizado la Vuelta a España. "Muchas personas destacan lo que hacemos por los chicos sin darse cuenta lo mucho que nos dan ellos a nosotros", señala el agente vigués.