La Xunta y la Universidad de Vigo firman los dos convenios de la ETEA que permitirán rehabilitar el edificio Faraday para destinarlo al Campus del Mar con el objetivo dr convertur a Vigo y a Galicia en "referentes de la invetsigacion marina a nivel internacional", subrayó el presidente autonómico, Alberto Nuñez Feijóo, durante el acto en Teis.

El rector vigués, Salustiano Mato, celebró el pacto como la culminación de "un día histórico" para la institución académica en el que espera lograr resultados a corto plazo. "Vamos a revitalizar una zona necesaria para la ciudad y crear un lugar en el que Vigo y Galicia se miren en el mundo", destacó ilusionado. La novedad de la jornada la puso el presidente de la Xunta al anunciar un inminente acuerdo con el CSIC para trasladar a la ETEA el Instituto de Investigaciones Mariñas de Bouzas muy necesitado de espacio y pendiente desde hace años de una ampliación. Aseguró que el pacto con el Ministerio de Economía "se encuentra en la recta final".

El Faraday, el emblema del Campus do Mar

El proyecto del campus científico marino de la ETEA comienza a dar sus primeros pasos tras una década en el cajón. La Universidad ha sacado a concurso la rehabilitación del edificio Faraday, uno de los iconos del antiguo recinto militar, para que acoja la sede institucional del Campus del Mar, además de aulas, espacios de coworking, laboratorios, salón de actos y una cafetería de acceso público. El Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó el anuncio del contrato para la redacción del diseño, que se firmará por un máximo de 202.070 euros, incluido el IVA, y tendrá un plazo máximo de 3 meses.

El edificio Faraday dispone de cinco plantas y sus estancias se abren a la plaza de Armas de la ETEA y a un patio interior con arboleda. La rehabilitación incluirá trabajos de demolición -cuyo coste ascenderá a casi 165.00 euros según el cálculo de la Universidad-, junto con el acondicionamiento del terreno, las cimentaciones y las diferentes instalaciones, entre otras actuaciones necesarias.

La Universidad otorgará la mayor puntuación a la calidad arquitectónica de los proyectos presentados -valorando especialmente la innovación y su funcionalidad-, la polivalencia de los espacios diseñados y la sostenibilidad. También tendrá en cuenta, aunque en menor medida, el sistema constructivo, la oferta económica, y la obtención de un certificado energético.