Abel Caballero recibe con optimismo la decisión de Carlos Mouriño de sentarse ahora a negociar la concesión de Balaídos y vuelve a destacar como "indivisibles" la historia del Real Club Celta y la de Vigo. El alcalde asegura que las dos partes implicadas en la resolución del conflicto surgido en los últimos meses "queremos marchar juntos" y avanza que está cerrando las condiciones de la oferta que planteará al presidente celeste en los próximos días antes de llamarlo para concertar esa cita.

"Llevamos meses trabajando, lo llamaré un día de estos para hablar a principios de la próxima semana", aclaró esta mañana Caballero antes de visitar la reforma de la grada de Río. "El Celta y la ciudad juntos son imparables. Eso es lo que nos orienta. Trataremos de hacer lo mejor par avigo y para el club, son indivisibles", se comprometió el regidor vigués, que declinó desvelar los detalles de la oferta antes de trasladárselos al mandatario celeste.

Mouriño puso como condiciones en su mensaje grabado del martes que se le permita construir un aparcamiento y explotar para zona comercial los bajos de las gradas, además de un mayor control sobre las obras de reforma que están ejecutando el Concello y la Diputación. Queda por definir quién se haría cargo de la modernización de las otras dos gradas pendientes, aunque el alcalde siempre ha insistido en que será el gobierno local el que complete la obra.