La recogida de firmas no será el último paso ya que, una vez registrada la iniciativa legislativa popular en el Parlamento, se abriría un plazo de quince días para que alguno de los grupos políticos decidiese asumirla como propia y defenderla en el pleno o en comisión. Si ninguno lo hace, la proposición no de ley decaería al margen del apoyo popular recabado.

"No valoro la iniciativa, lo que digo es que ese proyecto debe ser parte integrante del Plan Xeral PXOM porque eso es lo que le da seguridad jurídica", subrayó Abel Caballero al respecto de la campaña iniciada por los comuneros de Cabral. A preguntas de los medios de comunicación, se mostró receloso de otras alternativas, al igual que ha hecho en ocasiones anteriores. "Los que la plantean sabrán lo que harán", se limitó a señalar el alcalde vigués, que insistió en que "el urbanismo es muy delicado, muy complicado y hay que atender mucho la seguridad jurídica", remarcó para recordar acto seguido que "se nos cayó un PXOM de una ciudad de 300.000 habitantes por una insuficiente justificación de una decisión de la comunidad autónoma, ni siquiera porque estuviera mal, estaba insuficientemente justificada, no voy a entrar a decir nada de las iniciativas particulares", concluyó.

Por ahora, ni el PP ni el PSOE han adelantado cuáles serán sus posturas y se han limitado a señalar que esperarán a conocer la propuesta, una vez que llegue al Parlamento, antes de tomar una postura. El apoyo del grupo parlamentario popular garantizaría la aprobación de una proposición que acude a la vía supramunicipal -como pidió en su momento Eurofund- para avanzar pese a la anulación del Plan Xeral.

Vía supramunicipal

Sin embargo, el encaje del macrocentro comercial y de ocio de Porto Cabral como supramunicipal no está garantizado ya que habría que justificar su interés público o de utilidad social. "El proyecto lleva consigo que haya que hacer infraestructuras públicas como vías de comunicación con cargo a los inversores, no tendrá ni un euro público", defendió Luis Rodríguez, que considera que "será la Xunta la que tenga que adecuar la medida más oportuna".

Mientras, a la espera de conocer la postura de populares y socialistas, sí es evidente el rechazo frontal al proyecto de Porto Cabral por parte del BNG y En Marea y, de hecho, esta última formación ya presentó el 22 de junio una iniciativa parlamentaria para que el suelo de Liñeiriños -donde se prevé construir Porto Cabral en una superficie de 550.000 metros cuadrados- se blinde con una protección forestal para que en el nuevo Plan Xeral no pueda calificarse como suelo residencial, comercial o industrial.

La misma proposición no de ley, que se debatirá mucho antes de que se registre la de los comuneros, reclama que el Concello apruebe una moratoria que impida dar licencias a centros comerciales al margen del Plan Xeral. Entre sus argumentos también apela a la "inseguridad jurídica imposible de resolver" si se otorga una licencia para Porto Cabral con el PXOM anulado.