El publicista, diseñador, articulista y miembro del Instituto de Estudios Vigueses Carlos Núñez será el encargado de dar el pistoletazo de salida a la Feria del Libro, en la que desempeñará un doble papel: el de pregonero y el de autor de Vigo Metropolitano en la Galicia céltica. En su intervención del jueves, Núñez hará una defensa del papel impreso y la labor de la industria editorial, así como de la importancia de zambullirse en la lectura. Sin una acercamiento profundo a los libros -alerta- la sociedad corre el riesgo de "embrutecerse".

-¿Cree que las nuevas tecnologías y soportes de lectura ponen en riesgo el libro tradicional?

-Hay una lucha porque es un cambio histórico, un cambio tecnológico. La escritura está inventada desde hace miles de años y sin embargo la manera de comunicarla ha ido cambiando a lo largo de la historia. Ahora se reproduce también a través de las nuevas tecnologías. Sin embargo ciertos sectores comerciales de las nuevas tecnologías pretenden desbancar por completo todo aquello que vaya impreso en papel, incluso periódicos. Esto es un tema del que el lector de la calle debe ser consciente. El libro impreso no puede desaparecer, lo mismo que el periódico. Otra cosa es que se puedan especializar, pero nunca las nuevas tecnologías pueden desplazarlos.

-¿Qué se juega una sociedad en que el libro impreso no quede relegado a un lugar minoritario?

-La cantidad de lectura que pueda asimilar el individuo. En el plasma, por ejemplo, se leen fundamentalmente titulares en los periódicos. Y con el libro pasa lo mismo: a mitad del capítulo, más del 62% de la gente, creo recordar, pasa al capítulo siguiente. Mientras que entre quienes inician una novela, una obra literaria? en papel, el porcentaje de gente que termina la lectura es mayor. Es decir, hay una especie de embrutecimiento cultural. No podemos estar contra la evolución del plasma, en absoluto, porque es una parte importantísima en la evolución de la lectura y en la maquetación de los libros y periódicos, pero no puede ser el sepulturero de la obra impresa.

-¿Le preocupa el déficit de lectura? ¿Puede estar relacionado?

-El déficit de lectura es muy grande, principalmente por parte de las nuevas generaciones. Lo que mueve realmente la memoria, el seguimiento cultural en el cerebro... es la lectura en papel impreso.

-¿Y cómo revertirlo?

-Ahí es donde tiene que haber un estímulo por parte del Estado, de los ayuntamientos, de las instituciones públicas, de la Xunta? Por parte del poder. El poder históricamente se ha hecho dueño del arte de escribir y de las letras. Prueba de ello es que dentro de poco la escritura de Martín Códax, que estará en el Museo del Mar, podría ser utilizada electoralmente.

-¿Hay compromiso suficiente por parte de la Administración?

-No hay suficiente consciencia ni apoyo. Lo mismo podríamos hablar de la música y de otros ámbitos. Ahí tenemos a los libreros en solitario, a los editores aguantando la crisis, artistas? Y sin embargo no hay un planteamiento solidario por parte de las instituciones.