La fractura abierta en el seno de la patronal de las empresas estibadoras (Anesco) después de que grandes grupos terminalistas suscribieran acuerdos unilaterales con los sindicatos generó ayer una situación insólita en los muelles españoles. Mientras en puertos como el de Vigo los estibadores pararon en las horas impares en otros trabajaron con normalidad (Algeciras) y hasta hubo casos en donde en unos muelles se atendieron los buques y en otros no, como en los de Barcelona. Estos son los tres posibles escenarios que podrían reproducirse en las dársenas viguesas controladas por la Colla durante la jornada de mañana, cuando está convocada otra huelga parcial. Todo dependerá de lo que decidan las empresas de la Sagep que ayer recibieron de manos de miembros del comité de empresa las condiciones para poner fin a las movilizaciones. Al cierre de esta edición, y como contagiados por la división existente en el sector a nivel nacional, varios accionistas ya admitían que estudiaban dar el sí a los sindicatos e incluso los más reacios confesaban que su resistencia duraría poco. Pero de cara a la galería, todos quedaban a la espera del informe de sus asesores jurídicos para tomar una decisión definitiva.

Estas cinco empresas se reparten el capital de la Sagep. Según el balance de cuentas correspondiente a 2015, Termavi-Grupo Davila posee 9.390 acciones (32%); Bergé Marítima, 8.435 (29%); Líneas Marítimas Españolas-Grupo Suardiaz, 4.400 (15%); Estibadora Gallega-Grupo Kaleido), 4.091 (14%); y por último, Pérez Torres Marítima, 3.085 (10%). Salvo esta última y Bergé, a las oficinas de las otras tres se dirigieron a primera hora de la mañana de ayer los portavoces de la plantilla para entregarles la "Propuesta de Acuerdo" . Un documento de cuatro páginas donde se pide el compromiso de las empresas a participar en los nuevos centros portuarios de empleo (CPE) -las ETT's en que se convertirán las Sagep, firmas de las que hasta ahora dependen los estibadores-, y a subrogar a estos trabajadores y permitir que participen en la formación y acceso a profesión. A cambio los operarios se bajaría un 10% el sueldo y cambiarían la organización de su trabajo para mejorar la competitividad. Como cabría esperar, la respuesta que obtuvieron los sindicatos no fue más allá de "la estudiaremos".

Pero horas más tarde, en una reunión del consejo de administración de la Sagep convocada previamente, al acabar los puntos del orden del día los accionistas comentaron el planteamiento sindical. Ninguno se posicionó abiertamente ni a favor ni en contra de suscribirlo, pero fuentes conocedoras de este encuentro aseguran que si bien delante del resto todos supeditaron cualquier decisión al dictamen de sus respectivos asesores legales al menos dos empresas parecen dispuestas a firmar ya hoy las condiciones de la plantilla para evitar la huelga de mañana y las cuatro de 48 horas también intermitentes convocadas para la última semana de junio y la primera de julio. Tal vez en las dudas de estos accionistas hayan influido lo que mencionó ayer la directora del Puerto de Vigo, Beatriz Colunga, al referirse a la negociación unilateral: "Las empresas tendrán más presiones".

En ese momento los reunidos en el número 9 de la calle Areal estaban al tanto de las empresas que se habían avenido en España a firmar el principio de acuerdo con los trabajadores. Maersk y TTIA en Algeciras; la multinacional danesa, Grimaldi, Autoterminal, Best, Balearia, Coma i Riba, Ergransa, Hijos de José María Masiques, Sammer y Setram en el de Barcelona; en el de Valencia, además de Maersk, Noatum, MSA, VTE, Trasmediterránea y Grimaldi; y también firmaron en los puertos de Las Palmas. Ante esta cascada de pactos unilaterales el sindicato mayoritario en el sector, Coordinadora de Trabajadores del Mar (CETM), mostró su sastifacción para recalcar que el objetivo final es "que estos acuerdos trasciendan en un acuerdo sectorial que garantice el cien por cien de los empleos del sector".