En poco más de dos meses, llegaron a preparar y adecentar una amplia nave en el conocido como polígono industrial de la fruta- junto a la vieja carretera provincial- para dar cabida a cerca de 1.000 plantas de marihuana para ser distribuidas posteriormente por las calles de la ciudad. Los tres responsables de este sustancial cultivo se sentaron ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal 3 de Vigo donde aceptaron un total de nueve años de prisión, tres cada uno, por un delito contra la salud pública de drogas en cantidad de notoria importancia, ya que se trataba de la mayor plantación de marihuana hallada en la ciudad.

Además de esta pena de cárcel, los tres encausados deberán abonar una multa de 30.000 euros en total. Los acusados reconocieron los hechos por lo que la vista se resolvió con un acuerdo entre las partes. El fiscal había solicitado previamente para cada uno de ellos, tal y como adelantó FARO, una pena de 4 años que se vio rebajada tras llegar a esta conformidad.

El golpe policial a esta gran plantación de droga se produjo el pasado mes de noviembre. Los agentes detuvieron a dos personas y, tras varios días de búsqueda, a una tercera como presuntos responsables del cultivo. Como se explicaba en el escrito fiscal, hechos reconocidos en el juicio por los acusados, los tres varones "durante los meses de septiembre y noviembre de 2016 se venían dedicando al cultivo, venta y distribución de marihuana en una nave industrial de la vieja carretera provincial". En total, los agentes de la Policía Nacional de Vigo se incautaron de 1.000 plantas de marihuana en macetas y "en distintos estados de crecimiento", recogía la fiscal en su escrito. La nave había sido alquilada tan solo un mes antes del comienzo de la actividad ilícita. Para ello, los procesados "instalaron un sofisticado sistema de calefacción (mediante lámparas), refrigeración (mediante aparatos de aire acondicionado instalados en el exterior de la nave) y ventilación eléctrica", lo que favoreció el rápido crecimiento de los cogollos ya que en tan solo dos meses había algunos ejemplares ya secos y listos para ser envasados y distribuidos.

Dos de los acusados se encargarían de todo lo relacionado con la venta, distribución y suministro del estupefaciente mientras que al tercer implicado se le confiaba el regadío y cuidado de las plantas.