Una agresión en pleno partido de fútbol que ha acabado en una sala de vistas. Un jugador aceptó ayer una condena de 3 meses de cárcel como autor de un delito de lesiones por propinar un puñetazo en la cara y una fuerte patada en el tobillo derecho a un futbolista del equipo contrario tras un lance del juego en el que ambos disputaban el balón. Debido al fuerte golpe, el herido sufrió una fractura del tobillo por la que tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica y seguir tratamiento de rehabilitación. La Fiscalía, en su escrito de calificación provisional, solicitaba que el acusado indemnizase a la víctima con casi 11.000 euros, si bien no trascendió si esta cantidad se mantuvo o sufrió alguna modificación en la vista de conformidad.

La breve vista se celebró en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo. El acuerdo de fiscal y acusación particular con la defensa evitó la celebración del juicio. Al imputado, que carecía de antecedentes penales, se le suspendió la ejecución de la pena. Los hechos se remontan a la tarde del 26 de septiembre de 2015 y ocurrieron durante un partido de fútbol en el campo del CUVI en Vigo, con motivo del Torneo de Fútbol Amistad organizado por la Sociedad Cultural y Deportiva Amistad.

La Fiscalía concreta en su escrito que con ocasión de un lance del juego, el deportista que después resultaría agredido disputó un balón al acusado, una jugada que dio lugar a que ambos se cayesen sobre el campo. Fue inmediatamente después cuando el imputado -tras levantarse del suelo "y con ánimo de menoscabar en su integridad física" al futbolista del equipo contrario- le propinó primero un puñetazo en la cara y a continuación una fuerte patada en el tobillo derecho.

Debido a la agresión, el herido necesitó tratamiento quirúrgico y de rehabilitación, tardando en curar 109 días, de los cuales 6 estuvo hospitalizado. Como secuelas, relata el Ministerio Público, le resta material de osteosíntesis en la zona afectada -una placa y cinco tornillos-, quedándole asimismo una cicatriz de 13 centímetros. La Fiscalía pedía inicialmente un año de cárcel, si bien tras la conformidad la pena quedó en 3 meses.