Los docentes del Conservatorio Superior de Música (CSM), en el marco del programa Erasmus, llevan desde 2008 visitando escuelas de diferentes países europeos e impartiendo allí clases. El centro ubciado en O Castro está recogiendo ahora los frutos de esta labor. A modo de embajadores, los profesores han mostrado al alumnado extranjero lo que puede ofrecerles la escuela viguesa y les han convencido. En el curso que acaba de terminar ha recibido 22 solicitudes de estudiantes que desean aprender aquí, casi el triple que hace tres años. Por primera vez, los erasmus que recibe superan en número a los que exporta. Para el próximo, tienen 33 peticiones.

El conservatorio ha recibido en el año académico 2016/2017 un total de 16 peticiones de estancias de alumnos extranjeros para estudiar el año académico completo en Vigo. Otro, ha solicitado una beca de prácticas, que tienen una duración de un máximo de tres meses, carecen de créditos académicos y sirven para que practiquen con orquesta o grupos de cámara. Otros cinco optaron por un programa intensivo, para desarrollar unos encuentros de tuba durante cinco días.

En total, 22 alumnos extranjeros, nueve más que los gestionados en el curso 2015-2016 y 14 más que en el anterior. Hace un lustro, eran solo cuatro. Proceden de países como Italia, Alemania, Escocia, Lituania, Estonia, Serbia o Bosnia. José Luis Fernández, coordinador de Relaciones Internacionales en el CSMU de Vigo avanza que, de cara al próximo año académico, han recibido 28 solicitudes. Muchas de ellas son de Ucrania y Estados Unidos, países asociados de la Unión Europea en el programa de becas Erasmus, con los que el centro vigués espera tener aprobado un convenio en los próximos meses y que ahora está pendiente de la agencia nacional. "La demanda desde allí es altísima", cuenta.

También están aumentando las consultas de estudiantes lituanos, después de que, a finales de abril, un grupo de profesores del centro vigués celebraran en la Academia Nacional de Música de Vilnius una semana de la música española.

El número de estudiantes del conservatorio vigués que optan por desarrollar en otro país de Europa parte de su formación musical reglada, sin embargo, se ha estancado. Este curso se gestionaron 21 solicitudes, una menos que las de los extranjeros que optan por venir a Vigo. El programa tuvo una buena respuesta por parte del alumnado desde los inicios y el pico se alcanzó ya en su cuarta edición, en 2011-2012, con 35 erasmus vigueses, aunque casi la mitad optaron por el programa intensivo. Fue en 2015-2016 cuando un mayor número de estudiantes optaron por estudiar el curso completo en otro rincón de Europa. Fueron 17. En el actual, son cuatro menos.

En cuanto a los profesores, los extranjero que acuden a impartir clases a Vigo casi se han triplicado en tres años, pasando de los once de 2013-2014 a los 30 del actual. Mientras, entre los docentes vigueses se realizaron el mayor número de movilidades en el curso 2013-2014, con 42 salidas -34 para enseñar y 8 para aprender-. Las gestionadas este año han bajado hasta las 18, la gran mayoría (15) para dar lecciones. Un profesor de flauta ha dado clases en Ljubljana (Eslovenia); cuatro de canto, piano y trombón han realizado un intercambio en Bari (Italia); otro de guitarra ha impartido docencia en Sarajevo (Bosnia Herzegovina) y otro dirigirá un proyecto orquestal en Oporto. También se han movido a Hungría, Grecia, Polonia, Países Bajos y Finlandia. Fernández cuenta que esta intensa estrategia de internacionalización tiene por objeto difundir la calidad de los docentes en el extranjero y mejorar sus competencias, con el fin de canalizar un mayor número de alumnado extranjero y profesores visitantes.