Los datos recabados por el Concello muestran que en el último año se ha producido un repunte de población inmigrante, que pasó de los 15.933 vecinos que se contabilizaban en 2016 a los 16.382 con los que se arrancó este año. Un discreto repunte, del 3%, que arroja sin embargo el segundo ejercicio en positivo tras las caídas que se habían encadenado desde 2011 debido al éxodo que ocasionó la crisis.

Aumenta la población de inmigrantes americanos, hasta fijarse en 6.270 personas; la europea, que asciende a 7.825; y la asiática, situada en 762. Solo desciende ligeramente la africana, que se mantiene no obstante en el entorno de los 1.500 en el que oscila desde hace años. A pesar de esa tendencia no todas las nacionalidades evolucionan por igual. Si en 2005, por ejemplo, residían en Vigo el doble de americanos que inmigrantes europeos, en la actualidad estos últimos superan en 1.500 a los primeros. El número de asiáticos, por su parte, se ha disparado un 137% desde 2005.

Por nacionalidades, la más numerosa es la portuguesa, con 3.206 vecinos, seguida de la rumana (1.769), la brasileña (1.332), la italiana (874), colombiana (723) y venezolana (659). Entre los asiáticos destacan los chinos (471) y entre los africanos, los senegaleses (589). En los últimos meses se apuntó la posibilidad de que el INE eliminase 3.000 comunitarios del censo.