La Autoridad Portuaria sigue con la alerta activada ante el conflicto en la estiba. Desde la convalidación en el Congreso del real decreto de reforma del sector, la liberalización del servicio de manipulación de mercancías, pero aunque ahora se abre un periodo de negociación entre los trabajadores y empresas sobre los términos del segundo decreto, el del desarrollo reglamentario del primero, la paz en los muelles todavía está lejos. Los sindicatos mantienen la convocatoria de paros para los 5, 7 y 9 de junio lo que hace temer al presidente portuario vigués por la continuidad de las rutas que se han mostrado más sensibles a las movilizaciones, como la de Hapap-Lloyd con Canadá. Así que Enrique López Veiga reclamó ayer a los estiba que durante las próximas semanas desarrollen una actividad que "tranquilice" a las navieras que apuestan por Vigo.

La petición del dirigente portuario vigués responde a las malas experiencias vividas en los últimos meses, como la marcha provisional de Hapag-Lloyd a Lisboa espantada por los paros anunciados en febrero en España que finalmente nunca llegaron a celebrarse. "Deben centrarse en negociar pero sin las amenazas de huelga, porque solo el mero anuncio de paros hace mucho daño. Está en juego no solo una conexión interoceánica a Canadá como la de Hapag-Lloyd, que cuesta muchísimo conseguir, sino el resto de feeders", dice por esos portacontenedores que cubren distancias cortas, como Algeciras-Vigo, transportadores del grueso de las mercancías que se mueven en el puerto.

Faltan aún muchos días para los paros anunciados, pero en las últimas horas se han producido tensiones entre los sindicatos que participan en las negociaciones a nivel nacional que preocupan en Praza da Estrela. En Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM) se muestran muy optimistas sobre la posibilidad de sellar un acuerdo con la patronal en una semana, pero ni siquiera las empresas lo ven tan claro. Como tampoco UGT o Comisiones Obreras, que ya expresaron sus dudas a que pueda lograrse un acuerdo definitivo en un plazo tan corto de tiempo al apreciar "dificultades" en los planteamientos iniciales. Estas discrepancias sindicales son por sí solas lo suficientemente relevantes para poner en guardia al Puerto de Vigo ante el riesgo de que deriven en un bajón de actividad que lleven a las armadoras a desviar buques a otras terminales. "Y tenemos cerca a Leixões (Portugal)", avisa López Veiga.

Sin ocultar sus temores, López Veiga confía en "la sensatez" de los estibadores vigueses y eviten "tentaciones" que acabarían dañando no solo al puerto y a la economía de la ciudad, sino también al propio colectivo. "Tener el monopolio de cero actividad es igual a tener cero de salario. Con o sin Sageps. Así que ellos verán", avisó. A su juicio, lo que ahora deberían hacer los trabajadores es centrarse en la negociación. "Tienen posibilidades de conseguir un acuerdo favorable. Y en Vigo ya podrían tener parte de los deberes hechos si aprobasen lo negociado a finales de año entre los accionistas de la Sagep y el comité de empresa", plantea.