El empuje de Peinador comienza a tener efectos positivos en el transporte público. El aumento de destinos, pero principalmente el "efecto Ryanair" (Barcelona, Dublín, Edimburgo, Bolonia y Milán) está comenzando a llenar taxis y buses tras la sequía en la que estuvo inmerso el aeropuerto con la pérdida de la mitad de su pasaje entre 2007 y 2014. Pero ahora vuelve a tirar. Y no solo lo demuestran los datos de Aena. También lo hacen los de Vitrasa, cuya única línea a Peinador (L9A) casi ha triplicado la demanda en apenas dos años. De las 4.600 personas que se subieron a este autocar en la terminal para llegar al centro de Vigo en el primer cuatrimestre de 2015, se ha pasado este año a más de 11.600.

Pero aunque la evolución es muy positiva, si se atiende a las cifras globales se demuestra que el bus al aeropuerto tiene todavía mucho que mejorar. En los cuatro primeros meses de este año aterrizaron en Peinador 136.606 personas. De ellas, solo 11.608 optaron por el autocar para llegar a Vigo. Significa que apenas 8 pasajeros de los más de 100 que llegan de media a bordo de cada avión apuestan por el bus.

Lo cierto es que el servicio tiene todavía bastantes carencias. Una de ellas es que no pasa por la estación de autobuses ni por la de trenes de Guixar. Tampoco lo hace la ida por la de ría, donde sí para a la vuelta, aunque no siempre. Pero además, el bus no está habilitado para el transporte de maletas y tiene decenas de paradas intermedias, ya que no se trata de una línea específica al aeropuerto.

Y pese a que Peinador vivirá este año el récord de rutas directas, los miles de turistas que se esperan seguirá con este mismo servicio de autobús después de que Xunta y Concello no lograran llegar todavía a un acuerdo para poner una línea directa entre la ciudad y el aeropuerto pasando tanto por el centro como por todas las estaciones: tren, bus y ría. Tras meses de disputas por desacuerdos entre ambas administraciones el proyecto ha vuelto a caer en el olvido.

Turkish apunta a Alvedro

Por otra parte, la guerra de vuelos entre A Coruña y Santiago, con sus aeropuertos situados a apenas 45 minutos el uno del otro, podría revivirse en las próximas semanas. Y es que Turkish Airlines ha incluido en un documento oficial a A Coruña como ruta futura. La aerolínea ya operó en Santiago, lo que provocó duras críticas en la ciudad herculina, donde se llegó a dar por hecho la llegada de la firma turca. En Lavacolla los resultados fueron malos y canceló. Ahora apunta al otro aeropuerto de la provincia.