Las dos principales vías de entrada y salida de la ciudad sufrieron ayer importantes retenciones a primera hora. Sendos accidentes en la AP-9, a la altura de Rande, y en la A-55, en el Meixoeiro, congestionaron los accesos de entrada y salida de Vigo durante algunas horas.

El primero de ellos se produjo en el acueducto que enlaza ambos lados de la ría. Un accidente en el puente de Rande colapsó la autopista durante más de una hora. Los vehículos soportaron hasta dos kilómetros de retenciones en sentido Pontevedra y, por momentos, muchos de ellos permanecieron completamente detenidos en la carretera.

El siniestro en el paso atirantado quedó solucionado hacia las diez de la mañana. Los problemas, según informó la DGT, tuvieron relación con las obras de ampliación del puente.

Poco después, a las 10.15 horas, un conductor perdía el control de su turismo en la A-55 dirección Vigo a la altura del desvió hacia el Hospital Meixoeiro. El vehículo quedó ruedas arriba sobre la calzada, inutilizando el carril derecho. El tráfico recuperó la normalidad alrededor de una hora más tarde.

Además, durante toda la jornada se mantuvo la situación excepcional en la salida de Vigo y la provincia hacia el sur, cerca del puente internacional de Tui, debido a las medidas de seguridad que se están practicando en ese punto fronterizo por la visita del Papa a Fátima. El tráfico fue mucho más fluido que el miércoles, cuando se produjeron cinco horas de retenciones. Aún así, los controles pasaron factura a la circulación en la segunda de las cuatro jornadas de suspensión de la libre circulación entre los dos países.