La falta de actividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad en todo el mundo y la OMS también advierte que más del 80% de la población adolescente no tiene un nivel suficiente de ejercicio. Son datos que evidencian la importancia de esta asignatura en los colegios e institutos. De hecho, una tesis doctoral presentada recientemente en la Universidad de Vigo por Javier Rico sobre los hábitos de los estudiantes revelaba que aquellos que valoraban positivamente las clases recibidas en Primaria y Secundaria mantenían hábitos activos en la actualidad.

¿Pero cómo debe ser ese profesor ideal? Casi 700 alumnos del grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en las universidades de Vigo y A Coruña han elaborado su perfil a través de un cuestionario. Se trata de un estudio realizado por el grupo de investigación herculino Esafex (Educación, salud y actividad física) que aparece publicado este mes en la revista técnico-científica Sportis.

Los 669 universitarios entrevistados estaban matriculados en 1º o 4º de la carrera o en el último año del máster para ser profesor en Secundaria en los cursos 2013/14 y 2014/15. Y en todos estos periodos de formación eligieron como categorías que mejor definen al buen profesor la actitud profesional, los rasgos de su personalidad y la capacidad pedagógica.

Los alumnos de primer curso sitúan en lugar preferente la forma de ser del docente (29,4%), seguida de su correcto desempeño profesional (28,3%) y, en tercer lugar, de sus habilidades pedagógicas para enseñar, mantener el feedback oportuno con sus estudiantes o resolver otras cuestiones en el aula (15,1%).

Sus compañeros veteranos de 4º creen que el elemento más importante es la actitud profesional (24%) por encima de la intervención pedagógica (23,5%) y de la personalidad (20,5%). Los autores del estudio destacan que este grupo de encuestados valora más el trabajo competente del docente que su naturaleza personal y además concede un mayor peso a la capacidad científica (12,5%), destacando la necesidad de actualizarse día a día para mejorar y no estancarse.

Los alumnos del máster coinciden con los de 4º en el orden de las tres categorías principales y todos los entrevistados de las diferentes etapas educativas conceden poca importancia a otros aspectos como las orientaciones filosóficas, esto es, la promoción de valores como el respeto o la igualdad, o a la búsqueda de una aptitud física determinada.

Los autores señalan que el trabajo refleja la importancia de la personalidad y el carisma de los profesores en el clima y el desarrollo de las clases, por lo que creen necesario incluir este aspecto como "elemento esencial" de la formación universitaria. También demandan una mejora de la instrucción y entrenamiento de la capacidad pedagógica, ya que los programas de formación continua son "escasos" y existe una "fuerte frustración" entre los profesores por la falta de un apoyo de calidad.

En conclusión, dado el "rol fundamental" que cumplen los profesores de Educación Física a favor de una juventud activa y saludable, los autores señalan como "imprescindible" que la formación de los futuros graduados sea "ejemplar".