¿Qué es aquello que ha dotado de sentido al mundo actual y que, aún con el paso de los años, sigue muy presente nuestro día a día? Las invenciones. Esta propensión por hallar o descubrir algo nuevo o desconocido ha llevado a muchos grandes genios a producir auténticas soluciones a problemas preferentemente técnicos o industriales. Y qué hacer para protegerlas: registrarlas. Las invenciones puede convertirse en patentes y otorgar a su titular el derecho exclusivo de impedir que otros fabriquen la utilicen sin la autorización previa de su dueño. Lo mismo ocurre con las marcas, su registro confiere a su titular una mayor protección frente a terceros para un uso indiscriminado de la misma.
Pero, ¿qué ocurre cuando su explotación se lleva a cabo por personas que carecen de autorización? El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo cuentan en su sala con sendas demandas de empresas del sector textil por la supuesta explotación de una marca sin la debida licencia o permiso de sus propietario. Estos litigios contra la propiedad industrial no suelen terminar con la celebración del juicio, sin embargo, uno de ellos sí estaría próximo a ello. Se trata de una demanda interpuesta por una empresa holandesa titular de una marca de moda infantil contra una tienda de Vigo que supuestamente a explotado dicha marca tanto en su negocio comercializándola como a través de redes social sin la perceptiva licencia. En este procedimiento ordinario, se le ha trasladado la demanda a la empresa olívica, sin embargo ésta no ha contestado a la misma, por lo que transcurridos ya los plazos correspondientes, ambas partes fueron convocadas a una audiencia previa al juicio.
Aquí reside la importancia de proteger las marcas. Carmen Brites, experta en defensa jurídica de marcas y patentes y directora del despacho vigués de Pons IP explica que el registro de estos nombres comerciales confieren a su titular "herramientas legales para impedir su explotación por parte de terceros". " El titular de la marca cuya violación hubiera sido declarada judicialmente tendrá, sin necesidad de prueba alguna, derecho a percibir en concepto de indemnización de daños y perjuicios el 1 por ciento de la cifra de negocios realizada por el infractor, además habría que realizar un peritaje que determine cuánto ha dejado de facturar. Por otro lado también se cesa le uso de la marca por parte del infractor y el embargo o destrucción de los productos ilícitamente identificados con la marca", explica la directora de la oficina olívica de Pons IP, en relación a los artículos 40 y 41 de la Ley de Marcas. Añade Brites que siempre abogan por un requerimiento previo el presunto infractor antes de emprender cualquier acción legal. "Intentamos solucionar el conflicto antes de llegar a un juicio, pero si no es posible, el titular de una marca o patente tienen derecho a exigir las medidas necesarias para su salvaguardia".
En cuanto a las patentes, el juzgado se encuentra tramitando un caso referido a la comercialización de un novedoso formato de calderas, en el que incluso un profesor universitario está personado como perito en el procedimiento.
Repercusión en los concursos
El derecho de la propiedad industrial también tiene una importante repercusión en los procedimientos concursales. Cuando una empresa entra en concurso de acreedores, debe presentar, entre otros requisitos, un inventario de sus activos - donde está incluida la propiedad industrial e intelectual con su valor actual- que pueden ser marcas, diseños y patentes. Cuando sea declarado el concurso por parte del juzgado Mercantil, se debe realizar la correspondiente anotación en las oficinas de propiedad industrial, así se impiden los embargos o se suspende las ejecuciones de dichos activos. Estos activos de propiedad industrial pueden ser vendidos al considerarse como un acto de conservación o gestión de los mismos.
Además de litigios contra la propiedad industrial o intelectual- uno de los procedimientos estrella de la sala después de las reclamaciones contra compañías aéreas -son las demandas por competencia desleal. Varios casos que se están tramitando actualmente en el sala Mercantil de Vigo responden a la sustracción de la cartera de clientes de una empresa en detrimento de una empleada que abandonó la misma: cuando el personal es despedido o cambia de entidad, se lleva consigo los clientes con los que trabajaba y contacta con ellos a sabiendas que son proveedores o consumidores habituales de la anterior. Otro de los procedimientos que resuelve este juzgado versa sobre la negativa de una empresa funeraria a hacerse cargo de los fallecidos que devienen de una determinada aseguradora de vida por la mala relación existente entre ellos.
