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"¿Cómo puedo llegar al Palacio Real?"

La oficina de turismo de la ciudad recibe cada mes decenas de peticiones excéntricas de viajeros que desconocen qué rincones visitar - La búsqueda de antepasados, entre lo más llamativo

Un grupo de turistas abandona la oficina de turismo municipal situada en A Laxe. // A. Villar

Vigo ya es uno de los destinos turísticos preferidos de los viajeros, tanto nacionales como internacionales, que deciden pasar unos días lejos de su hogar. Los datos ofrecidos por los hoteles así lo atestiguan, y es que el recién terminado abril se convirtió en el mejor mes en temporada baja para los alojamientos de la ciudad desde 2010. Muchos de los visitantes que pasan unos días en la urbe eligen la oficina de turismo municipal para conocer aquellos rincones representativos en los que inmortalizarse junto a su pareja, amigos o familiares. Las Islas Cíes, O Castro o la playa de Samil son algunos de los emplazamientos que los visitantes ya tienen marcados en rojo antes de pisar suelo vigués. Pero no son los únicos. Un buen puñado de personas, sobre todo las que proceden de países alejados, cuestionan a las empleadas municipales de la oficina situada en la calle Cánovas del Castillo sobre algunos lugares muy alejados de los límites de la ciudad, el transporte urbano en el interior de las Islas Atlánticas o la gran variedad de dinosaurios que hay distribuidos por Vigo.

Turistas despistados, viajeros que buscan a sus antepasados, aficionados al fútbol o peregrinos que cubren el Camino por la Costa a Santiago protagonizan algunas de las anécdotas más comentadas entre los trabajadores del Concello. Y no todas tienen final feliz. "Una vez acudió una pareja argentina con un registro que señalaba que su abuelo, que era vigués, había salido desde este puerto en 1916. Ellos querían conocer su procedencia. Al llegar aquí descubrieron que su familiar estaba casado con una gallega, y la decepción fue mayúscula", explica una empleada de la oficina. Los turistas que indagan sobre los orígenes de su familia son bastante habituales. En otra ocasión, dos hermanos británicos acudieron al local de A Laxe con una foto en blanco y negro de un antepasado y buscaban su hogar. Había trabajado en las oficinas de la Eastern Telegraph, que unieron por cable Vigo e Inglaterra.

También hay turistas despistados. Principalmente los que llegan desde los Estados Unidos. "Allí están acostumbrados a las grandes distancias y no entienden que España también es un país muy grande. Nos han llegado a preguntar por el Palacio Real o por tablaos flamencos", comenta la guía municipal.

Dinoseto es una de las atracciones que causa mayor sensación entre los viajeros. "La semana pasada una mujer nos pidió que le indicásemos en el mapa todas las zonas de la ciudad donde había dinosaurios. Mucha gente sabe donde está Dinoseto pero no Porta do Sol", comentan desde la oficina de turismo.

El grupo de visitantes que más ha aumentado en los últimos meses es el de los peregrinos. Un buen número acude para informarse sobre la ruta que deben tomar para llegar a Santiago. "Vigo no tiene una señalización y muchos llegan algo desorientados porque no saben qué camino coger", índica la empleada del Concello.

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