Asistir a sus clases no te convierte en un detector infalible de mentiras, pero sí te ayuda a mejorar la comunicación en tu día a día profesional o personal. La experta Sonia El Hakim impartirá dos cursos en Vigo el día 27 dirigidos a todo tipo de público y enfocados al aprendizaje de cómo negociar y cómo estar alerta ante posibles engaños (www.codigonoverbal.com).

-¿Cuál es el público objetivo de los cursos?

-Aunque también imparto clases específicas para comerciales, agentes de inmobiliarias o seguros, abogados y fuerzas de seguridad, estos cursos de Vigo suponen una formación útil para cualquier persona en su día a día personal y profesional porque todos nos relacionamos con otra gente. El curso de negociación está dirigido a entender mejor cómo está la otra persona, qué información nos está trasladando desde que nos da la mano, con el objetivo siempre de mejorar la comunicación. Y el segundo está enfocado a detectar mentiras. Es un terreno muy resbaladizo y lo más complejo es quitarse la mochila de los prejuicios que tiene cada uno. Todos mentimos, no existe nadie 100% sincero. Hay mentirijillas sociales que nos ayudan a convivir y a suavizar las relaciones. Sin ellas estaríamos extinguidos como especie. Pero hay otras más serias, por ejemplo, en un juicio. Y la comunicación no verbal ayuda.

-¿Es muy complejo detectar que alguien está mintiendo?

-No existe el gesto de la mentira. Hay unos indicadores, nosotros trabajamos con 15, y cada persona expresa unos u otros. Pero no hay algo inequívoco. Y existen muchos bulos. Está demostrado científicamente que la creencia de que las personas que mienten no te miran a los ojos es falsa. Ocurre justamente lo contrario, porque mentir requiere un esfuerzo cognitivo superior que se sobrelleva más fácilmente fijando la mirada en un punto. Y además como existe este convencimiento, para que no pienses que te está mintiendo tu interlocutor no va a desviar la mirada.

-¿Pone a muchos políticos como ejemplo en sus clases?

-(Risas) Siempre digo que el que no está es porque todavía no le ha dado tiempo. Pero muchas veces tienen que mentir obligados, por ejemplo, en temas de seguridad. También muestro vídeos de gente anónima en programas de televisión y en juicios. Siempre utilizo ejemplos reales y la mayoría muy reconocibles como Bill Clinton durante el caso Lewinsky, María Dolores de Cospedal o Zapatero. La gente suele salir muy contenta porque son cursos muy amenos y divertidos.

-¿Qué profesiones mienten más a menudo o lo hacen de forma más eficiente?

-Hay mentiras necesarias que no hay que intentar pillar. Por ejemplo, el caso real de un niño que perdió a sus padres en un accidente de tráfico y le pregunta al médico por ellos en ese momento en el que está en shock. El profesional hace lo correcto cuando le dice que están bien. La mentira también es necesaria en el caso de los abogados. Su objetivo es que el cliente salga lo mejor parado, no tanto que se sepa la verdad absoluta. Y es muy difícil detectar sus mentiras porque no hay emoción, no hay sentimientos de arrepentimiento o culpabilidad. Los abogados sienten que su profesión e incluso su código deontológico les obliga a defender a sus clientes por encima de todo.

-¿Debería incluirse esta formación en las academias de las fuerzas de seguridad?

-Recientemente se ha creado una unidad de análisis de conductas de la Guardia Civil y la Policía Nacional para resolver casos especialmente complicados. Pero la comunicación no verbal debería estar incluida en la formación básica no solo para detectar mentiras, sino para empatizar más fácilmente con el ciudadano o la víctima. Se ha puesto de moda desde hace poco, pero es una cuestión de tiempo porque se va viendo su importancia en todos los sectores. Si no más, al menos es tan importante como la verbal.

-¿Y en el sistema educativo?

-También. Ni en el colegio ni en la universidad te dicen cómo comportarte en una entrevista de trabajo o cómo saludar. La gente acaba sus carreras muy bien preparada, pero luego no sabe enfrentarse a un cliente que no quiere escucharles. Y todo esto se puede aprender.