La Dirección del área sanitaria acudió hace un año al Vall d`Hebrón para fichar al doctor Manuel Crespo Casal como jefe de Medicina Interna del Chuvi y cubrir un puesto conflictivo que llevaba vacante dos años y medio. Este vigués, viejo conocido del servicio por desarrollar en él su residencia, ha oficializado esta semana su cargo superando la comisión evaluadora para la cobertura de la plaza. No se presentó rival, por un puesto al que en la anterior convocatoria concurrieron tres y quedó desierto. Los principales retos del proyecto que presentó para una de las especialidades con mayor volumen de actividad del complejo es mejorar la atención a los pacientes crónicos complejos, cada día más numerosos.
-En este año que lleva al frente del servicio de forma provisional, ¿se han cumplido las ideas que tenía para él?
-Hemos empezado a poner en marcha algunas de las ideas planteadas inicialmente, como la distribución del servicio en unidades funcionales con la de infecciosas y de pacientes pluripatológicos. Dentro de esta última, hemos puesto en marcha el hospital de día, aunque queda mucho por hacer y desarrollar. También la consulta de vía rápida para enfermedades potencialmente graves, con pacientes que antes ingresaban en el hospital para diagnosticarse. Hemos mejorado la accesibilidad de los médicos de Atención Primaria a los de Medicina Interna con consulta telefónicas y telemáticas, con el objetivo de mejorar la continuidad asistencial y derribar la barrera que había.
-¿Cuánta gente están atendiendo en el hospital de día?
-Todavía estamos atendiendo a poca gente, porque necesitamos dotarlo de personal y hemos estado un poco justos con el pico de la gripe. Nos falta reforzar la infraestructura.
-¿Cuántos aspiran a tener?
-Es difícil dar una cifra ahora. Estamos trabajando con Cardiología para acabar de configurar esa unidad. Tienen una unidad de atención a la insuficiencia cardíaca, que es una de las enfermedades más prevalentes y este es también el grupo de pacientes que vamos a atender en el hospital de día. Estamos definiendo qué pacientes vamos a ver nosotros y cuáles ellos. Es difícil hacer una estimación de los casos que vamos a ver porque será un progreso secuencial. Será para tratamiento, diagnóstico y seguimiento de pacientes frágiles con riesgos de descompensación y para evitar que reingresen, porque son multireingresadores.
-¿Y en la vía rápida?
-Vemos aproximadamente unos diez pacientes nuevos cada semana. Son personas con enfermedades potencialmente graves. Sobre todo, con adenopatías y síndromes constitucionales.
-¿Cuáles son los restos que ha presentado en su proyecto para el servicio?
-Ser capaces de trabajar de forma coordinada con otros servicios hospitalarios -Cardiología, Geriatría, Neumología...- y buscar la continuidad asistencial integrando en esos equipos de trabajo a Atención Primaria y centros sociosanitarias, para mejorar la atención a los crónicos complejos, unos pacientes que están creciendo en número y que tienen una alta demanda asistencial. Es uno de los grandes proyectos del servicio. Otra de las grandes líneas es consolidar la que sería una unidad de control y tratamiento de las infecciones por bacterias multirresistentes asociadas a la asistencia sanitaria y de un uso adecuado del tratamiento antibiótico. Es un grupo multidisciplinar con Preventiva, Microbiología y Farmacia.
-Llegó con la encomienda de cohesionar el servicio de Medicina Interna, que había estado dividido en tres hospitales, con sus respectivas formas de trabajar. ¿Lo ha logrado?
-No soy el más indicado para responder, pero estamos en una buena línea. Tenemos un servicio que trabaja con unos objetivos comunes y compartidos entre los dos hospitales.
