¿Están los niños de hoy estresados por la cantidad de actividades extraescolares que ocupan su agenda diaria? Lucía Pumares se hizo la misma pregunta e inició una investigación con alumnos de Primaria cuyos resultados apuntan más bien hacia todo lo contrario. Los escolares tienen un rendimiento académico mejor y un mayor sentimiento de autoeficiencia cuantas más horas invierten practicando deporte y disfrutando de clases de danza o pintura. Más aún, los niños con más ocupaciones también aprovechan mejor su tiempo libre.

"Las actividades extraescolares son una tendencia al alza y los pocos estudios que existen, la mayoría realizados en EE UU y centrados en Secundaria, señalan que demasiadas horas pueden causar fatiga o ansiedad. Por eso lo ideal son 3-4 horas semanales como máximo. Sin embargo, en Primaria, donde apenas había nada hecho en España, nuestro estudio señala que los alumnos pueden dedicar hasta 9 horas semanales", explica la autora del trabajo.

Su estudio se basa en 321 encuestas realizadas a padres y niños de 5º y 6º de Primaria que estudian en 8 colegios elegidos al azar en los municipios de Nigrán, Gondomar, Tui, Baiona, Oia, O Rosal, A Guarda y Tomiño.

La mayoría de los niños, casi el 93%, asisten a clases extraescolares. Y son motivos económicos los que explican que un pequeño grupo no lo haga. De hecho, la investigación determina una relación entre la situación laboral de los padres y el número de inscripciones.

Pumares dividió las actividades extraescolares en tres grupos: de carácter académico, que engloba las clases de refuerzo, particulares o en academias; artístico-expresivas, como baile, dibujo o pintura; y deportivas, que incluye las federadas y no federadas.

El estudio revela que la mayoría de alumnos encuestados combinan las académicas con las deportivas, seguidos del grupo de estudiantes que solo hacen deporte y, en tercer lugar, de los que lo combinan con clases artístico-expresivas. Y el siguiente conjunto lo formarían los que está inscritos en actividades correspondientes a las tres modalidades.¿Cómo se realizó el estudio?

Para determinar el rendimiento de los estudiantes se utilizó la nota media del curso anterior en cada materia. "El deporte está muy presente y nuestros resultados señalan que los alumnos con actividades mixtas obtienen mejores resultados educativos que los que solo acuden a las académicas. Cuando los niños tienen dificultades, los padres los envían solo a clases de refuerzo o los castigan sin otro tipo de actividades. Pero esto resulta totalmente contraproducente. Incluso los niños que solo hacen deporte tienen mejor rendimiento que los que solo van a clases de refuerzo", destaca Pumares.

En vista de los resultados, la experta propone cambios en las actividades académicas. "Si las que funcionan son las deportivas y las artísticas, que implican creatividad, quizá habría que enfocarlas de una manera más lúdica y aprovechar los recursos del medio para ver la aplicación de las cosas que se aprenden", propone.

Su investigación constata la influencia del deporte y el arte en la motivación de los escolares: "Las actividades extraescolares influyen en mayor medida en su sentimiento de autoeficacia, de sentirse capaces para tener éxito".

Además incluye los motivos que dan los padres para inscribir a sus hijos en clases extracurriculares. "En sus respuestas, hacen constar que son conscientes de su importancia para los niños, que responden a los intereses y gustos de los hijos o que las eligen ellos sin tener en cuenta las preferencias de los escolares", señala.

E incluso en este último caso tienen beneficios para los niños: "La literatura científica avala que aunque acudan a ciertas actividades porque sus padres necesitan conciliar la vida familiar y laboral o porque quieren que los niños practiquen una determinada disciplina acaban por apreciarlas debido a las experiencias positivas que tienen".

Aún así, el estudio señala que el rendimiento académico del niño es mayor cuando la decisión la toman en conjunto las familias. "Si los escolares ven que se les tiene en cuenta estarán más predispuestos a participar y aprender", añade Pumares.

También sería deseable la participación de los educadores, aunque, a la luz de los resultados, esto implicaría que tuviesen un mayor conocimiento sobre qué actividades extraescolares son más beneficiosas.