La villa de Bouzas viajó hoy en el tiempo, hacia 1809, para conmemorar la fiesta de A Brincadeira con la que celebraron la expulsión de los franceses de Vigo, en la que tuvo un papel fundamental.

Miles de personas disfrutaron con un tiempo casi veraniego de la hermana pequeña de la reconquista. Como es habitual, al mediodía fueron los puestos de comida los que se llenaron de personas para degustar los típicos choripanes pero también churrasco, criollo, pulpo, empanadas o crepes de todo tipo.

Al son de la música de las gaitas y tambores los vigueses, muchos ataviados con ropa de la época, se sumaron a esta celebración que este año cumple nada menos que 15 años.