Sus paisajes paradisíacos y clima agradable y cálido les valió a las Canarias el apodo de Islas Afortunadas. Así se refirió a ellas en sus crónicas Plinio el Viejo, hace más de veinte siglos. Si hoy arribase a las costas de Vigo, sin embargo, puede que se reservase ese calificativo para las Cíes y las Rías Baixas. Su buen tiempo, el sol y las temperaturas agradables que registra la comarca desde hace semanas la convierten en una digna competidora de las Canarias como destino turístico. Para prueba están los buenos resultados logrados por los hoteles en Semana Santa, cuando ocuparon el 85% de sus plazas.

Los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) reflejan ese atractivo de las Rías Baixas. Según sus registros de la última semana, las temperaturas máximas de Vigo y Las Palmas de Gran Canaria han ido prácticamente a la par salvo en dos jornadas, cuando el termómetro se sobrepasó en la capital insular los 30 grados.

Entre el miércoles 12, víspera de los festivos de Semana Santa, y el pasado martes, las temperaturas máximas de Las Palmas solo se situaron entre 1 y casi 4 grados por encima de las de Vigo. Las diferencias oscilan en función de la isla y la estación meteorológica que se tome como referencia, pero sería incluso más baja si se compara con los datos recabados por el observatorio de Tafira, en Las Palmas. Allí, por ejemplo, el miércoles 12 se anotaron 22,1 grados de máxima, mientras en Vigo se registraron 21º. Y eso pese a que Canarias se encuentra a 1.700 kilómetros al sur de la ciudad olívica y disfruta de un clima subtropical oceánico,

Esa tendencia se mantendrá durante las próximas jornadas. La previsión que ayer daba la Aemet en su web anticipa para las próximas jornadas -hasta el próximo martes- máximas de entre 23 y 26 grados, por encima de las que prevé en Las Palmas, donde la agencia meteorológica estatal no espera que se sobrepasen los 23 grados.

Otro dato significativo es la falta de precipitaciones. En la última semana y hasta ayer la Aemet no ha registrado ni una gota de lluvia en Vigo, al igual que en Las Palmas, una situación muy diferente a la que se vivió en las Rías Baixas otros años. En 2013 hizo falta usar el paraguas toda la Pascua.

Entre ambas ciudades sí hay una diferencia notable: las temperaturas mínimas, que a su vez marca diferencias en el valor medio. A lo largo de la semana pasada el mercurio bajó en Vigo hasta los 10 grados, mientras que en las Palmas -se toma como referencia la estación Pl. de la Feria- nunca estuvieron por debajo de los 17. Eso sitúa la temperatura media insular en 22 grados y en 16 la viguesa.