El nombre elegido por Hyundai para su próximo modelo ha revolucionado las redes. Y no es para menos. De igual manera que cualquier hispanoparlante ibérico quedaría ojiplático con un todoterreno llamado 'Koño', el bautismo de este nuevo SUV surcoreano como Kona resulta especialmente llamativo en Galicia. Pero la multinacional de la automoción no ha sido la primera. Ya, a principios de los años 90, la empresaria viguesa Karina Falagan, una mujer cuya vida se caracterizó por no pasar inadvertida, causó un verdadero revuelo con sus cafeteras Cona (esta vez con conocimiento de causa y con "C" en vez de "K").

Y lo hizo nada menos que delante del mismísimo Manuel Fraga durante uno de los baños de masas que se daba el entonces presidente gallego. La Romería del PP en Monte Faro fue el lugar elegido por esta polémica mujer, estruendosa militante del partido, para poner a la venta unos artilugios que presentaba como innovadora cafetera. Ella, que tenía afilada visión de negocio, no quiso dejar pasar la oportunidad y llevó el aparato a una cita en la que estaban congregados 10.000 'fieles' (entre ellos algún que otro cura), todos ellos reunidos para rendir tributo a su gran patrón. Así que en el almuerzo sacó la cafetera y la colocó encima de la mesa para conmoción de algunos e hilaridad de la mayoría. Y gracias a ese extraordinario e irreverente sentido comercial, la "Cona" de Karina dio la vuelta al mundo. O al menos a Galicia. Entonces no había redes sociales, pero los comentarios y los murmullos jocosos que se escucharon aquel tórrido día en Monte Faro fueron notables.

Pero Falagan, vestido de flores bien escotado (y que miren, parecía decir, la turgente hostelera), gafas de sol y pamela en ristre, aprovechó la oportunidad de expandir su cafetera Cona más allá de los límites del Padornelo. Y es que en aquella cita también estaban presentes dirigentes muy destacados de la formación conservadora. Como el que sería años más tarde el primer presidente del Gobierno del PP, José María Aznar (de naturaleza hosca y por tanto con un sentido del humor muchísimo menos fino que el galaico de don Manuel), y su futuro vicepresidente, el ahora "apestado" Rodrigo Rato. Los dos, que se abstuvieron de hacer comentarios y mucho más de acercarse a la inimitable Karina, debieron pensar que "son cosas de Don Manuel".

Hoy, con la irrepetible Karina fallecida hace ya casi cuatro años, resulta casi imposible saber cómo le fue aquel negocio y si los 'barones' del PP llegaron a comprarse una. Pero si su poder de seducción comercial estuvo acorde con las descomunales cifras que se manejaron en el encuentro (8.000 kilos de pulpo, más de 2.000 empanadas, 20.000 botellas de vino...), la empresaria posiblemente colocó unas cuantas entre sus compañeros de partido. Si fuese así, sería curioso saber cómo alguno de esos militantes y devotos seguidores fraguianos justificaron al llegar a casa que regresaban de un mitin de Fraga con una "cona" debajo del brazo.