Las trabas a la importación de mercancía en el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) "siguen siendo uno de los problemas más importantes del Puerto de Vigo". El presidente achaca el bajón en pesca congelada de febrero -de un 11%, al pasar de 39.229 a 34.531 toneladas- al desvío de esta carga a Leixões (Portugal) por el tapón aduanero en Vigo. Así se entiende que la empresa exportadora china a la que hace unos meses le impidieron introducir por Guixar 21 contenedores con vaina de pota desista de volver a intentarlo. "Lo descargó en Leixões sin problemas. Y cuando se escapa un tráfico, luego no vuelven", señaló. En cambio, López Veiga confía en que la situación cambie muy pronto. Basándose en las gestiones que le consta realiza el Ministerio de Sanidad, espera para este abril "decisiones importantes, suficientes para que comiencen a retornar tráficos", vaticinó. Aunque admitió que se trata de una cuestión de enorme complejidad. "Por ejemplo, no hay normativa específica de los PIF en España y al no haber una jerarquía establecida el mecanismo de recursos [de un importador por la retención de un contenedor] no funciona adecuadamente y los recursos tienen que ir a Madrid y cada uno por su lado", explicó. Pero la burocracia, dijo, "no será el primer problema, pero sí el número 2" en alusión a la actitud de los funcionarios.