En la mañana del viernes 24 de marzo el impresionante Ro-Ro Opal Leader, de 176 metros de eslora y con bandera de Bahamas, hacía su entrada en el puerto de Sagunto con una carga declarada de miles de vehículos y otra sorprendente: una ballena. El cadáver del animal provocó el estupor de la tripulación del carguero y despertó la curiosidad investigadora de los científicos de la Universtitat de Valencia y de los veterinarios de L'Ocenogràfic.

Tras tomar medidas morfométricas, recoger muestras de piel, grasa, barbas para realizar estudios de genética, la primera conclusión alimentó todavía más el misterio: la hembra rorcual, de la especie Balaenopero physalus, habría muerto al menos dos días antes, por lo que no se descartaba que el cetáceo fuese arrollado por el buque a su salida del puerto de Vigo y arrastrado casi mil millas a lo largo de la costa peninsular. ¿Sería posible? ¿Son habituales los atropellos de las ballenas? ¿Hay antecedentes de animales arrastrados por barcos durante largas travesías? ¿Se puede abordar una ballena y que en el barco nadie se dé cuenta? El misterioso caso de la ballena tan a la vista que nadie vio suscita un sinfín de preguntas. Expertos consultados por FARO las responden.

| ¿Dónde se produjo el atropello? Aunque es casi imposible dar respuesta a esta cuestión, Bruno Díaz López, director del Botllenose Dolfin Research (BDRI), apunta la hipótesis de que el arrollamiento se habría producido a la altura del Estrecho de Gibraltar, "una zona de paso muy frecuentada en esta época del año". El experto añade: "Seguro que el buque golpeó al rorcual en la proa y lo arrastró, pero dudo mucho que llevase el cuerpo pegado a casco de su partida de Vigo. Son muchas millas y con la tracción el cuerpo del animal hace como un codo y queda pegado al barco si éste avanza en línea recta, pero es fácil que se suelte con cualquier maniobra o con el oleaje".

| ¿Descartamos que fuese en las costas gallegas? No por completo. El propio Bruno Díaz admite que no sería el primer caso en el que una ballena va enganchada en el casco de un gran buque durante cientos de millas. "Hace años un cachalote pequeño fue golpeado en aguas de Cerdeña y arrastrado por el barco que lo llevó enganchado en los ejes de la hélice. Solo cuando el buque llegó a puerto se percataron de incidente", comenta.

| ¿Son frecuentes los atropellos de cetáceos? Desafortunadamente, sí. De hecho son una de las primeras causas de mortandad. Las razones son varias: primero, la intensidad del tráfico marítimo es cada vez mayor, en particular el de mercancías y este fenómeno se traduce en que los impactos con ballenas han dejado de ser accidentes extraordinarios. "Los cachalotes y el rorcual común son las especies más afectadas por esta situación", asegura Díaz López. ¿Pero por qué? Este experto amplía su explicación: "La contaminación acústica les afecta especialmente. Los mamíferos marinos son animales que usan el sonido para orientarse, capturar presas o comunicarse. Lógicamente al aumentar el tráfico marino esto les perjudica mucho".

| ¿Se puede atropellar a una ballena y no saberlo? Sí, en realidad es algo habitual. Los grandes mercantes cruceros o petroleros tienen un tamaño descomunal -el Opal Leader superaba los 175 metros de eslora, los 31 de manga y pesaba vacío más de 12.000 toneladas- y alcanzan velocidades importantes (pueden superar los 20 nudos). Así que si, por ejemplo, golpean con el bulbo a la ballena, el barco apenas se resiente. En el caso concreto de Sagunto, la diferencia de tamaño entre el barco y el animal era abismal. Es como si un megacamión de 25 metros de longitud atropella a un perro pequeño de apenas un metro y unos cuantos kilos mientras circula por una autopista.

"De hecho, en la mayoría de los casos que se produce un arrollamiento mortal en el mar, nadie del barco se suele enterar, salvo en ocasiones inusuales como la de Valencia, en el que aparece el cadáver, la gente del carguero se puede dar cuenta de lo sucedido", comenta. ¿Cómo es posible? Pues porque descartada la apreciación inicial del impacto, el animal puede quedar enganchado en el bulbo del barco o en la tobera que protege las hélices, dos zonas prácticamente invisibles para las tripulaciones.

| ¿Murió el rorcual por el impacto del barco? Es probable pero no seguro al cien por cien. Habrá que esperar a las conclusiones de los estudios que iniciaron los investigadores de Valencia. El cuerpo del rorcual presentaba varias heridas a lo largo del cuerpo y en l aparte ventral de la boca, según indicaron en un primer análisis los técnicos portuarios valencianos. Su estado era de medio descomposición. Si fuese el caso de un atropello con el animal vivo, podría encontrarse la explicación en una de las características más singulares de estos cetáceos. "Son animales de grandes dimensiones que cuando duermen flotan en la superficie y casi no se enteran de nada; son como grandes troncos flotantes y si por casualidad se encuentran en la ruta de un megabarco, el atropello es casi seguro", razona Bruno Díaz.

Pero también es posible que el Opal Leader no hiciese más que arrastrar el cuerpo ya sin vida del rorcual. En este caso, el cadáver podría haber quedado atrapado en el casco del barco y se habría soltado cuando éste inició la maniobra de atraque en aguas de Sagunto.

| ¿Habrá casos similares? Con estas características, es muy difícil, pero atropellos de cetáceos, sin duda que los habrá. "En primavera y verano se produce el pico del tráfico de ballenas y cetáceos en general que navegan por aguas del Mediterráneo, así que la probabilidad en estos meses de nuevos arrollamientos es muy elevada", sentencia. También en Galicia se han dado casos en los últimos años de varamientos de rorcuales ya fallecidos.

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