Casi seis millones de dólares -que equivalían a 3,7 millones de euros- recibidos en la cuenta bancaria de una empresa de Vigo desde otra titularidad del Tesoro Nacional de Angola y que supuestamente constituían el anticipo de un negocio de venta de paneles solares al Gobierno de ese país africano. La Fiscalía, sin embargo, considera que nunca existió tal actividad comercial y acusa al responsable de la sociedad viguesa, así como a otros cuatro empresarios, de un entramado de facturas falsas para dar apariencia de legalidad al falso negocio, cometiéndose así un presunto fraude a Hacienda que la acusación pública cifra en más de un millón de euros.

El juicio -aún sin fecha al estar todavía pendientes los escritos de defensa en los que al menos en varios casos se solicitará la libre absolución de los acusados- se celebrará en un juzgado Penal de Vigo. La Fiscalía acusa de un delito contra la Hacienda Pública de especial gravedad y de otro continuado de falsedad en documento mercantil.

La pena más alta, de 4 años de cárcel y multa de 1.100.000 euros, la solicita para el administrador de la sociedad viguesa que recibió la transferencia millonaria de Angola, así como para un supuesto colaborador directo tanto en el contrato con ese país como en el entramado de facturas falsas. Los otros tres acusados afrontan penas que oscilan entre los tres años y los nueve meses de prisión, así como sanciones económicas. Y demanda que los cinco indemnicen a la Agencia Tributaria en el importe de la cuota defraudada, del impuesto de sociedades de 2008, que asciende a 1.040.469 euros.

Hechos

Ocurrió en 2008. El fiscal relata que en virtud de "circunstancias desconocidas" en las que tuvieron "intervención directa" el principal acusado y otros dos empresarios, una sociedad de Vigo recibió en abril de ese año una transferencia de casi seis millones de dólares -equivalentes a 3,7 millones de euros- desde una cuenta del Banco Espíritu Santo en el Reino Unido de la que era titular el Tesoro Nacional de Angola.

La acusación sostiene con respecto a esa transferencia que no constaba "justificación" por la prestación de bienes y servicios de ninguna clase, añadiendo que el citado movimiento monetario aparecía "formalmente amparado" como un anticipo de "un supuesto negocio" de paneles solares al Gobierno de Angola, en virtud de un contrato firmado semanas antes en Vigo, "sin que tal negocio sea real".

Para el Ministerio Público, el ingreso recibido por la empresa de Vigo supuso un "incremento patrimonial no justificado" que originó un fraude a Hacienda superior al millón de euros. La tesis del fiscal es que, para justificar los movimientos que dieron origen a esa transferencia y "aparentar" una actividad comercial "que le diera cobertura", el empresario vigués, con la colaboración en mayor o menor grado de los otros acusados, ideó un entramado de facturas ficticias supuestamente relacionadas con ese negocio de venta de paneles solares a Angola. Las facturas recibidas y emitidas por la sociedad durante un período de varios meses de ese 2008 suman casi tres millones de euros. Los conceptos de las mismas eran por ejemplo un proyecto integral de instalación de una máquina de energía solar fotovoltaica emitida por una empresa portuguesa, otras de paneles y placas solares, otros recibos por trabajos de albañilería o varios más relativos a servicios de instalación.

Un empresario, para el que se pide la menor pena de 9 meses de cárcel y 900 euros de multa, reconoció en la Agencia Tributaria la falsedad de las facturas en las que intervinieron las firmas a las que está vinculado, por lo que el fiscal pide la atenuante de confesión.