Luz verde de Adif, Xunta y Concello a la construcción de un túnel desde Lepanto a la AP-9 que canalice el tráfico generado por la futura estación intermodal y resuelva el problema histórico del viaducto de Alfonso XIII. Las tres administraciones pactaron ayer en menos de una hora financiar conjuntamente este paso subterráneo con el fin de garantizar la accesibilidad al Centro Vialia diseñado por Thom Mayne y a la estación de autobuses con la que estará comunicada. La propuesta presentada hace una semana por el gobierno vigués recibió ayer el respaldo de todas las instituciones implicadas por entender, en palabras del presidente del gestor ferroviario, Juan Bravo, que el proyecto "aporta todas las ventajas que podíamos esperar y buscar".

Falta ahora que los técnicos municipales elaboren un presupuesto aproximado y se pueda avanzar en el reparto de los costes. La principal novedad de la reunión celebrada ayer en Urzáiz es que tanto Adif, como el Ejecutivo autonómico y el gobierno vigués mostraron por primera vez en público su "predisposición a cofinanciar esta actuación".

"La propuesta del Concello es buena para la ciudad y para el complejo intermodal y queremos avanzar sobre este planteamiento. Ha sido un encuentro muy productivo porque es una buena solución para todas las partes", valoró en primer lugar la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, a la salida de una reunión que duró apenas 50 minutos. La responsable autonómica ratificó en el encuentro el compromiso de la Xunta con la ejecución de la estación de autobuses anexa al Centro Vialia que está previsto licitar por 10,2 millones de euros en el último trimestre de este año.

La alternativa municipal sobre la que hay consenso combina la construcción de una glorieta por la que los autobuses entrarán y saldrán directamente de la autopista sin necesidad de adentrarse en el casco urbano y la ejecución de un túnel que partiría del carril izquierdo de Lepanto y se soterraría justo antes de la glorieta para liberarla de tráfico. Continuaría hasta superar la terminal de autobuses para permitir la incorporación directa a la AP-9, aunque su longitud exacta no está definida, como tampoco el coste.

El alcalde, Abel Caballero, se mostró ayer muy satisfecho por la aceptación del diseño por todas las partes. "Resuelve muchas dificultades y mejora sustancialmente el plan sobre el que estábamos trabajando", apuntó a la salida del encuentro, que tildó de "trascendental" por tratarse los accesos del último fleco que quedaba por pactar para dar definitivamente luz verde al proyecto integrado de las estaciones del AVE y de autobuses y que ahora llevará aparejada una mejora de las comunicaciones en el entorno de Urzáiz.

"El túnel mejora los accesos al futuro centro comercial y la conectividad de la ciudad con el área metropolitana liberando Alfonso XIII. Es la culminación de un gran proyecto", valoró Caballero, que reconoció explícitamente "la voluntad política de cooperación de Adif y de la Xunta". "Es bueno para todos. Tenemos un principio de acuerdo que se va a completar de forma satisfactoria. Resolver la movilidad a través de esta forma moderna es muy interesante para la ciudad", reconoció el regidor vigués, que eludió poner cifras a la operación. "Las carga el diablo", zanjó hasta contar con un informe de los técnicos de Urbanismo.

Por ahora se desconoce el presupuesto del subterráneo, pero el presidente de Adif acudió a la reunión con una primera propuesta de reparto de los costes que el alcalde tildó de "positiva", sin desvelar la aportación que correspondería al órgano dependiente del Ministerio de Fomento, a la Xunta y al Concello. Lo que sí aclaró es que Immochan, el operador privado que construirá y explotará el Centro Vialia, colaborará en la ejecución de los accesos haciéndose cargo de los viales en superficie por los que se accederá al futuro centro comercial y que conectarán con la estación de buses.

El presidente de Adif agradeció la colaboración de la Xunta y el Concello "para dar viabilidad al complejo", que definió como "un gran centro comercial con el proyecto de Immochan y Mayne y una nueva y definitiva estación ferroviaria para Vigo". Juan Bravo celebró que en apenas tres semanas se hayan producido "grandes avances para dar viabilidad al centro intermodal de Vigo" y, aunque aseguró que es "precipitado" hablar de porcentajes en el reparto de la financiación de los accesos, destacó que "hay predisposición de todas las partes a cofinanciar la obra".

El encuentro de ayer despejó de forma casi definitiva el futuro de la estación del AVE diseñada por el premio Pritzker Thom Mayne que será completada por la Xunta con una terminal de autobuses de 22 dársenas que sustituya a la actual en la avenida de Madrid y que se aprovechará para mejorar la regulación de tráfico en toda la zona de Gran Vía y Urzáiz.

Bravo aseguró que el futuro Centro Vialia "cubrirá las necesidades ferroviarias de la ciudad para los próximos 100 años" y que el proyecto presentado por Immochan para la superficie "cubre todas las necesidades que plantea la ciudad".

"Es un momento crucial para Vigo. Llevamos años esperando por este día y ahora estamos ante el lanzamiento de la estación de Mayne", exclamó Caballero como resumen tras más de ocho años desde que en octubre de 2008 se le encargó el proyecto de la estación del AVE al premio Pritzker y un lustro después de que el arquitecto hiciera la puesta de largo de su diseño, caracterizado por la apertura de una gran plaza pública en la cubierta a la altura de Vía Norte y la combinación de usos comerciales, aparcamiento y oficinas.