El Concello ofrecerá al Celta la posibilidad de quedarse con el estadio de Balaídos en régimen de concesión. En la actualidad el club lo disfruta gracias a un convenio firmado en 2009 cuando la entidad estaba inmersa en pleno proceso concursal. El periodo concesional que se baraja es de 40 o 50 años. La oferta que se le formalizará al presidente Carlos Mouriño "en unas semanas" incluye el uso en exclusiva del campo por ese tiempo y el aprovechamiento comercial de tres gradas. A cambio el Celta tendrá que abonar un canon anual al ayuntamiento cuyo importe se fijará en función del retorno económico que reciba el club por los negocios que se instalasen en el estadio.

Caballero asegura que su oferta satisfaría las necesidades expresadas por el presidente celeste al tiempo que blindaría la presencia del equipo en la ciudad. "Tener una concesión por medio siglo es en la práctica lo mismo que poseer el estadio en propiedad", asegura el regidor, quien añade:_"La apuesta de Vigo y del Concello por el Celta es absoluta; eso nadie lo puede dudar".

La posición definitiva del Concello sobre el futuro de Balaídos se cimenta en los siguientes puntos:

| No a la venta. El gobierno local descarta por completo, y la decisión es irreversible e innegociable, la venta del estadio al Celta, como reclama Mouriño. "Balaídos tiene la calificación jurídica de Bien de Dominio Público, y estos bienes son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Existe por tanto una prohibición expresa de proceder a su venta. Es la ley la que no permite la venta del estadio. Por tanto, la petición del Celta resulta de imposible cumplimiento por ley", advierte.

| Concesión administrativa. El Concello, sin embargo, entiende la necesidad que pueda tener el club de lograr ingresos atípicos que fortalezcan su presente económico y despejen su futuro. Por eso ofrece la opción de la concesión del uso privativo a un tercero. "Es el planteamiento más respetuoso con el Celta, cumpliría la ley y conciliaría el uso del campo con el interés y la defensa del patrimonio públicos", asegura Caballero. El tiempo de vigencia sería de hasta 40 o 50 años.

Aunque las concesiones demaniales deben efectuarse en régimen de concurrencia, es decir tienen que abrirse a otros actores, en el Concello estudiarían si concurren las causas que permitiesen una adjudicación directa al Celta.

Aunque no es estrictamente hacerse con la propiedad, el Concello entiende que esta fórmula de facto significa lo mismo. "Citroën lleva en Zona Franca un montón de años en régimen de concesión y nadie dudaría de que ese espacio es suyo. Y lo mismo podríamos decir de todos los astilleros. Hay mil ejemplos", explica.

| Usos comerciales. La nueva concesión permitiría al Celta destinar gran parte de las gradas del estadio a usos comerciales. En concreto, la oferta apunta a los espacios disponibles en las gradas de Tribuna, Marcador y Gol. En el caso de Río habría que mantener las instalaciones deportivas. "Pero si el Celta quiere utilizar también ese espacio, podría hacerlo, siempre y cuando construyan para la ciudad otras infraestructuras deportivas similares a las que pretendiesen ocupar", advierte el alcalde.

El Concello costearía incluso la conexión entre las gradas de los fondos a través de los bajos de Río para que las dos alas de la futura área comercial estuviesen comunicadas sin salir del estadio.

| Canon. Como contraprestación a la concesión el Celta debería pagar un canon anual por la ocupación de un inmueble público. La tasa podría ser gratuita cuando la utilización privativa del espacio no implicase una utilidad económica para el concesionario. Pero éste no sería el caso del Celta que pretende hacer uso comercial del espacio. La cuantía del canon se fijaría después de realizar una tasación del bien. "Una empresa auditora ya está realizando la tasación. Este trabajo es previo a la redacción de las condiciones de concesión y el resultado se conocerá en semanas. Pero el canon nunca lo fijaría el Concello, sino la ley", aclara el alcalde.

En todo caso el importe del canon también dependerá de la inversión que hiciese el club en el estadio. "Por ejemplo, si el Celta decidiese acabar con su dinero las gradas de Marcador y Gol, estoy convencido de que el canon sería cero o casi. Todo depende de lo que quiera hacer el club", concluye.