Tras ganar el concurso, dotado con 50.000 euros, Jorge Salgado y Celso López recibirán también 75.000 euros para acometer los trabajos de modificación puntual del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Casco Vello. La modificación "llevará un periodo de tiempo corto, de unos meses" aunque posteriormente requiere la aprobación a nivel municipal y autonómico. Posteriormente tocaría la redacción del proyecto y el inicio de las expropiaciones. Ambos arquitectos también resultaron ganadores el pasado julio del concurso de ideas para el diseño de la Ciudad de San Caetano de Santiago con una propuesta que también destacó por su funcionalidad y sencillez, al igual que ocurrió ahora con el diseño para la Panificadora de Vigo.
- Antes de nada, felicidades por el premio, aunque no es la primera vez que consiguen uno de gran importancia.
-Estamos encantados. Con el premio de San Caetano era una actuación estratégica dentro de la ciudad y con La Panificadora era hacer lo mismo, fue muy interesante trabajar en la zona del Casco Vello de Vigo y su relación con el resto de la ciudad.
- El trabajo lo firman usted y Celso López, ¿se trató de una unión temporal o trabajan juntos habitualmente?
-Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio estudio, yo trabajo en Cabanas y Celso en Pontevedra, aunque ahora está en Coruña. Llevamos una temporada trabajando juntos para proyectos de este tipo y luego cada uno tiene sus trabajos independientes. También quería aclarar que el trabajo de La Panificadora no solo es nuestro, porque también colaboramos con Patricia Otero Mariño, que también ha participado con nosotros en otro proyecto, el del centro de salud de Poio. Cuando aparecen estas posibilidades nos juntamos porque se presenta gente que tiene detrás una infraestructura muy importante.
- ¿Cómo se aborda un proyecto como este?
-La estrategia fue hacer casi lo justo, lo que pedían en el pliego. Aportar soluciones muy tranquilas y sencillas. Era a dos niveles, el urbanístico y el arquitectónico y nos centramos en la relación de La Panificadora con la Praza do Rei. Unimos las parcelas con rampas hacia una pequeña placita que crea un espacio público.
- Durante la presentación del proyecto el jurado destacó la sencillez de su propuesta, que reduce considerablemente la edificabilidad.
-Lo que hicimos fue limpiar volúmenes para dar claridad tanto volumétrica como espacial. Dejamos los edificios más emblemáticos, los silos, los almacenes y el edificio central y básicamente resolvimos el acceso a estas estructuras. Quisimos que la arquitectura fuese la protagonista del espacio, no meter nada más.
- ¿Cómo determinaron unos usos en lugar de otros?
-Planteamos que se adaptasen a las estructuras que ya había para acometer las mínimas alteraciones posibles. En los silos una zona de exposición, el edifico del almacén una zona de ensayo de músicos y teatro y danza, el edificio central con espacios de coworking, gimnasio, el Centro de Evolución Gastronómica y una cafetería y para el edificio de Falperra la biblioteca. El interés estaba en ordenar bien esos usos y todo lo que era el entorno de La Panificadora con unos patios para usarlos con buen tiempo. Nos parecía lo más importante resolver esa conexión.
- Durante la presentación se abrió la posibilidad de "mejorar" su propuesta con ideas de otros proyectos y se planteaba que algunos sí contemplan una conexión directa con la Avenida de Camelias que su trabajo no incluye.
-Cuando empezamos a pensar el proyecto barajábamos esa posibilidad pero cuando llegamos allí y lo vimos sobre el terreno no nos pareció buena idea, no queríamos nada que pudiese interferir con las vistas a la Ría. El nuestro sobre todo fue un trabajo de limpieza.
